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La comunidad académica del Instituto Balseiro despide a Verónica Grunfeld

Fue la primera mujer que egresó del Instituto Balseiro, en ese entonces llamado Instituto de Física de Bariloche, en 1958. Pionera en la enseñanza de la física médica, y la primera mujer que trabajó como vicedirectora de este Instituto, Verónica Grunfeld se destacó sobre todo por su energía y humildad a la hora de investigar y formar profesionales de la ciencia y la tecnología.

Fecha de publicación: 24/02/2017

La primera mujer egresada del entonces Instituto de Física, Verónica Grunfeld, falleció esta semana (22 de febrero) en la ciudad de Buenos Aires a los 81 años de edad. La comunidad de ex alumnos, estudiantes y docentes del Instituto Balseiro expresa su pesar por este acontecimiento, y a través de esta nota le rinde un humilde homenaje a través de recuerdos de algunos amigos y colegas. Será velada en la Biblioteca "Leo Falicov" durante el día de hoy, de 11 a 17.30 horas.

Verónica Grunfeld nació en la ciudad de Buenos Aires el 14 de marzo de 1935. Sus padres, oriundos de Hungría y Checoslovaquia, habían llegado a la  Argentina cinco años antes. En 1955, a los 20 años, se animó a dejar su ciudad natal para mudarse al Sur y así estudiar la Licenciatura en Física en el Instituto de Física de Bariloche. Vivió un capítulo fundacional de la historia de la física en Argentina: fue alumna de profesores-investigadores como Guido Beck, Enrique Gaviola, José Antonio Balseiro, y Alberto Maiztegui.

Realizó su tesis de Doctorado con el fundador y primer director de este Instituto, José Antonio Balseiro. Cuando él murió a la edad temprana de 42 años, Grunfeld no dudó en sumarse al esfuerzo de un pequeño grupo de recientes egresados y docentes de esta institución dependiente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) para sacar adelante el proyecto educativo. Entre otras tareas, tomó a su cargo el curso de Mecánica Estadística antes dictado por J. A. Balseiro.

En el campo científico, se dedicó a investigar en temas de materia condensada en el Centro Atómico Bariloche. En 1962, realizó un posdoctorado en la Universidad de Berkeley con una beca de la Organización de los Estados Americanos y a inicios de la década de 1980 dio clases en la Universidad de California en Davis.

En el Instituto, dio clases a distintas generaciones de profesionales y fue nombrada Profesora Honoraria de la UNCuyo. En su haber también se destaca que fue la primera mujer en ejercer el cargo de vicedirectora ex oficio (no existía el cargo de forma oficial) del Instituto, algo que ocurrió durante el mandato de Carlos Mallman en los años 1966-1967. Fue además presidenta de la Asociación de Ex Alumnos del Instituto Balseiro.

De forma paralela a la investigación científica y la docencia, Grunfeld inició en el Balseiro junto con su colega Ernesto Martínez un programa de perfeccionamiento a través de cursos para profesores de física de escuelas secundarias de todo el país. Este programa continúa en la actualidad. En una entrevista realizada durante el 60º aniversario del Instituto (ver este link), la física declaró que esta actividad fue una de sus mayores satisfacciones a nivel profesional. Asimismo, dejó como legado un libro de física aplicada a la biología y la medicina titulado “El caballo esférico”.

Asimismo, Verónica Grunfeld tuvo una participación pionera en la formación de profesionales en el campo de la física médica. Fue una de las organizadores de cursos de física médica dictados en el Instituto Balseiro y que en la actualidad cuenta con egresados de distintos países de la región latinoamericana.

Verónica Grunfeld y sus compañeros de la 1º Promoción de egresados del entonces Instituto de Física. Créd.: Archivo Hco. CAB-IB.RECUERDOS A MODO DE HOMENAJE

“Verónica era la seriedad y responsabilidad en persona (…) Cientos de estos profesores de todas partes del país seguramente recuerdan y agradecen estos talleres de un mes dirigidos por Verónica y Ernesto Martinez, que les permitieron mejorar la enseñanza de algunos temas específicos, cada año uno distinto”, recordó Abraham Kestelman, que es uno de los integrantes de la primera promoción de egresados del hoy llamado Instituto Balseiro.

En el mensaje que Kestelman envió para esta nota destacó los aportes de Grunfeld en la formación de docentes de enseñanza media y de profesionales universitarios en el campo de la física médica. Y agregó: “Querida Verónica, todavía recuerdo tus frescos 20 años cuando recién llegamos al comienzo de esta aventura que vos ayudaste sobremanera a que fuera fructífera, y vaya si lo fue.”

Juan José Olcese, también integrante de la primera promoción de físicos del Instituto, la recuerda con las siguientes palabras: “Con mucho dolor y sorpresa he recibido hoy la noticia del fallecimiento de Verónica. La recuerdo como una dulce compañera que alegraba nuestros días de estudiantes en el Balseiro. Si bien mi contacto con ella ya recibidos fue mucho menor, siempre la he recordado con mucho cariño. Sin ninguna duda es una gran pérdida para la física y para todos nosotros.”

Teodoro (Teddy) Halpern, compañero de Verónica Grunfedl en la primera Promoción del IB, envió también un mensaje para esta nota: "Es con profundo dolor que recibí hoy la noticia del fallecimiento de Verónica Grunfeld (...) Ella fue la única mujer de nuestra promoción que completó sus estudios. Creo que llamarla 'compañera' es disminuir el afecto que le teníamos. Verónica fue nuestra hermana del alma. Nuestra única hermana. Eran otras épocas, eran otras costumbres como lo eran otras actitudes. Pocas eran las mujeres que se atrevían a estudiar Física y que se atrevieron a igualar o superar las habilidades de sus compañeros masculinos. Verónica fue eso y mucho más".

Halpern contó que en su época de estudiantes en el Instituto, ella "matutina" mientras que él era "nocturno". "Convencida de que era mejor estudiar temprano en el dia, entraba sigilosa en mi dormitorio del Pabellón 4, me despertaba y llevaba a un aula para estudiar con ella. Esto se repitió por unos pocos días y luego abandonó cuando vio que era físicamente (imposible)....hacer estudiar a Teddy a la mañana". También recordó que ella hacía tortas con velitas para "celebrar" las derrotas en el campo de fútbol y para animar a sus amigos y compañeros de clases. Y agregó: "Mucho se hablará de la Verónica para la cual enseñanza de la Física se volvió una fuerza demoledora. Pero para mí, Verónica fue mi hermana del alma. Querida Verónica: gracias por haber sido quien fuiste. Que en paz descanses. Siempre te recordaré".

Francisco de La Cruz, egresado de la cuarta promoción de físicos retrató a la física con las siguientes palabras: “Verónica era poseedora de una gran templanza y una no común capacidad de indagar en la profundidad de los ideales (…) Aquellos que llegamos a ser alumnos del Instituto Balseiro, unos pocos años después de ella, pudimos conocer su dedicación para facilitar la transmisión de conocimiento en esos años difíciles por los que atravesamos al ingresar al Instituto”, dijo.

“Verónica tenía solidez en su conocimiento y una firme convicción de conocer con profundidad cuáles fueros los ideales que llevaron a la construcción de una institución pergeñada en sus inicios por Gaviola y ejecutada por Balseiro con el apoyo de los entonces autoridades de la CNEA y Universidad de Cuyo”,  expresó Paco de la Cruz en un mensaje enviado por correo electrónico. Y concluyó: “Verónica supo comprender y luego transmitir desde distintas posiciones los ideales basados en principios que sólo son generados por unos pocos y que obligan a actuar con rigurosidad, pero con la humanidad que implica la ayuda intelectual al que menos sabe, para conseguir que sea él, con su esfuerzo, el que consigue llegar a la meta. Gracias Vero por lo que fuiste y quedarás en la memoria de muchos”.

Al ser consultadas para esta nota, Marisa Velazco Aldao, directora de la Biblioteca Leo Falicov, y Christina Martínez, responsable del Archivo Histórico CAB-IB, prefirieron recordar a Verónica Grunfeld a través de una anécdota. “Desde que inauguramos la muestra ‘Huellas con historia’, Verónica tomó el compromiso de ayudarnos en la identificación de fotos del Archivo Histórico, adquiriendo así el status de ‘Empleada de la Biblioteca’, textuales palabras de la misma Verónica el día que vino corriendo en diciembre último a pedir la firma de su ‘jefa’, para poder pedir la tarjeta de ingreso al CAB que había extraviado”, contó Velazco Aldao.

“Nos contó que cuando fue a seguridad, le dieron un formulario para completar, y en vez de decir ‘Soy Verónica, primera mujer egresada de la primera promoción del IB, ex vice directora del mismo, escritora del libro El caballo esférico y pionera en física médica en el país, iniciadora del Centro de formación continua, etc., etc.', dijo que simplemente era empleada de la biblioteca. Creo que esta anécdota resume su humildad, el compromiso y el cariño que tenía por la institución”, señaló la directora de la biblioteca.

Cada fin de año, se preocupaba por obsequiar a cada oficina administrativa budines que ella misma preparaba. El personal de apoyo académico la recuerda como una persona muy humilde y generosa, con mucha energía para nuevos proyectos. Sin duda, se notará su ausencia.

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San Carlos de Bariloche, 24/02/2017

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