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Un homenaje desde el Balseiro a la vida y al legado científico de Manfred Ahlers

Caminante incansable, siempre con una sonrisa y con su pregunta “¿Cómo va la vida?”, así recuerdan muchos de sus discípulos al profesor Manfred Ahlers, que falleció en Bariloche durante el verano. En esta nota, un homenaje a su legado a través de recuerdos de personas que lo conocieron.

Fecha de publicación: 19/04/2022

La física cautivó a Manfred Ahlers desde joven, así que dedicó su vida a investigar los secretos de la materia, en especial de aquellos materiales que tienen “memoria de forma”. Padre, amigo, colega, esposo, Manfred Ahlers falleció a los 87 años de edad el 12 de enero pasado en San Carlos de Bariloche, dejando recuerdos invaluables entre quienes tuvieron el gusto de conocerlo.

En esta nota, que se realiza a modo de homenaje desde el Área de Comunicación Institucional y Prensa del Instituto Balseiro, se reunieron detalles sobre la vida de Ahlers, recuerdos de varias de las personas que lo conocieron y reflexiones sobre su legado como docente e investigador en el Centro Atómico Bariloche y el Instituto Balseiro.

Ahlers fue Profesor Titular y luego Profesor Honorario del Instituto Balseiro, institución pública dependiente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO). A la vez, fue investigador permanente en la hoy llamada División Física de Metales (antes se llamaba “División Metales”) de la CNEA, en el Centro Atómico Bariloche.

A lo largo de su trayectoria, realizó importantes aportes en la investigación de la física de materiales y en la formación de nuevos investigadores. Fue un referente internacional en el tema de “transformaciones de fase martensíticas”. Esto llevó, por ejemplo, a que la citada División sea en la actualidad referente nacional de microscopía electrónica de transmisión. En el Balseiro, dirigió 15 tesis doctorales (ver recuadro: “Tesis Doctorales…”) y fue invitado a participar en congresos realizados en múltiples países (ver subnota “¿Qué son las transformaciones…?”).

Una vida con base en Bariloche

Su nombre completo era Manfred Hermann Friedrich Peter Ahlers. Había nacido el 26 de agosto de 1934 en Lüneburg, en el norte de Alemania. Su padre era dueño de una truchería, y su madre era ama de casa. Su hermana y él atravesaron su infancia durante la Segunda Guerra Mundial. A la edad de elegir profesiones, la hermana eligió enfermería y Manfred, física. 

Ahlers se diplomó en física en 1961 y de Doctor en Física en  1965 en la Universidad de Göttingen. Durante una estadía en el Instituto Mellon, en Pittsburgh, Estados Unidos, entre 1965 y 1968, recibió referencias de Argentina. En 1968 realizó su primer viaje al Centro Atómico Bariloche, para trabajar en la entonces llamada División Metales del Departamento de investigación básica del CAB. Allí conocería a su futuro cuñado, Roberto Pascual, hermano de quien sería su esposa: Teresa. Luego de un regreso temporario a Alemania, decidió instalarse en la ciudad de Bariloche, donde vivió el resto de su vida y donde desarrolló gran parte de su carrera como investigador y docente. 

“Manfred era solitario, muy lector, colaborador salvo en tareas culinarias. Conciliador, con sentido del humor”, cuenta Teresa, también docente pero de geografía. Manfred y Teresa se casaron en 1977 y tuvieron dos hijos: Christian, que hoy tiene 35 años de edad y es Licenciado en Publicidad, y Mora, de 34, que es abogada. La familia se agrandó hace poco tiempo con el nacimiento del primer nieto, Rafael, que en la actualidad tiene un año y medio de edad. 

Sus hobbies fueron la botánica, los idiomas, como el ruso, el japonés, el tibetano y el chino, y la música: además de disfrutar la música clásica y el jazz, tocaba el acordeón. Era también un eximio lector y disfrutaba leer sobre botánica, filosofía y religión. Buen caminante, de más joven visitaba los refugios de montaña de Bariloche, y ya de más grande, iba al trabajo y volvía a su casa caminando unos tres kilómetros diarios. 

Tesis y aprendizajes

Cuatro ex estudiantes de Manfred Ahlers aceptaron la invitación del Área de Comunicación y Prensa del Balseiro para compartir recuerdos de su profesor. Ellos son Pierre Arneodo, Jorge Pelegrina, Francisco Lovey y Marcos Sade, todos físicos experimentales egresados y docentes del Instituto Balseiro. Arneodo y Pelegrina son investigadores del CONICET, el primero  en el Departamento de Fisicoquímica de materiales del CAB y el segundo en la División Física de Metales de la Gerencia de Física de la CNEA. Lovey y Sade son investigadores de CNEA en la División Física de Metales. En los recuadros de esta nota, más colegas y ex estudiantes comparten sus recuerdos sobre Ahlers (ver recuadros: "Manfred Ahlers, miradas y recuerdos"). 

La primera pregunta fue cómo conocieron a su profesor y si querían compartir recuerdos. Pierre Arneodo, Licenciado y Doctor en Física bajo la dirección de tesis de Ahlers, cuenta que él fue el último egresado del Doctorado en Física que fue dirigido por Ahlers, en 2003. “En realidad creo que Manfred me conoció a mí antes que yo a él, porque era el director de mi padre cuando nací. Muchos años después, al momento de elegir mi tema de estudio para la licenciatura, tuve el placer de conocerlo conscientemente. Me sorprendió por su entusiasmo, casi infantil, y por lo accesible que resultaba como persona. No dudé en elegirlo como director”, relata Arneodo.

“Respecto de su personalidad, lo más destacable es que era una persona de gran bondad, conocimientos más allá de aquellos a los que pueden aspirar la mayoría de los investigadores y una generosidad respecto de esos conocimientos también poco habituales en este medio”, dice Arneodo. Y comenta que también le impactaba su capacidad de entender y discutir detalles experimentales con una comprensión notable, sin participar en persona de los experimentos. “Era como, sin estar junto a los equipos de medición pudiera verlos.” Además, cuenta que Ahlers permitía que sus estudiantes desarrollaran sus ideas con total libertad, aun sabiendo de antemano que podían estar equivocados.

Jorge Luis Pelegrina cuenta que cuando ingresó a la División Metales del CAB en agosto de 1983, el objetivo era realizar su trabajo final de su licenciatura con M. Chandrasekaran. Pero en 1985, ante la partida de su director, Ahlers comenzó a dirigir su tesis. “Ya en ese momento, Manfred era considerado como ´el referente` de las transformaciones de fase martensíticas (…) A partir de ese momento descubrí su paciencia con los alumnos y su dedicación al trabajo. Siempre estaba preguntando cosas”, dice Pelegrina.

“La pregunta típica para los alumnos era: ¿cómo anda la vida?, que significaba: ¿tenés algún resultado nuevo? No era necesario concertar una cita para reunirse con él. En cualquier momento uno podía interrumpirlo para mostrarle nuevos datos o hacerle alguna consulta”, agrega Pelegrina. Y comenta que eso normalmente traía como consecuencia un par de preguntas por parte de Ahlers que “motivaban más trabajo experimental para completar el cuadro del problema planteado”. 

ahlers y equipo crédito gentileza

PROFESOR. Ahlers junto a colegas del edificio de Materiales, en el Centro Atómico Bariloche. Crédito: Gentileza.

Francisco Lovey cuenta que conoció a Ahlers en 1977, cuando ingresó a la División Metales del CAB para realizar su Trabajo Especial de la Licenciatura en Física. “Luego continué con el Doctorado en Física, finalizado el cual ingresé al plantel permanente de la División. Realicé una estadía postdoctoral en el exterior y al regresar continué como investigador en dicha División”, detalla. 

“Desde los primeros tiempos tuve oportunidad de trabajar conjuntamente con Manfred en varios temas, relacionados con las transformaciones de fase en sólidos y transformaciones martensíticas. En esos primeros años era frecuente escuchar el sonido de un acordeón que salía de la oficina de Manfred, al final de la jornada, cuando solo quedábamos los becarios abocados a finalizar nuestras Tesis”, recuerda Lovey. Y agrega: “Gran caminante, a veces se lo podía encontrar en la zona de los refugios en las caminatas por la montaña”.

Por su parte, Marcos Sade cuenta que conoció a Manfred Ahlers en 1979, cuando realizó su Trabajo Especial bajo la dirección de Ricardo Rapacioli, que ese año se había doctorado bajo la dirección de Ahlers en la División Metales. “Al finalizar la licenciatura opté por realizar la tesis doctoral bajo la dirección de Ahlers. Mucho se podría decir de Manfred, pero comienzo mencionando que disfrutaba tanto planteando una pregunta como cuando vislumbraba la respuesta”, expresa Sade.

“Manfred tenía una profunda curiosidad científica y una notable agudeza para discernir qué problema se podría resolver con un experimento bien diseñado. Sus puertas siempre estaban abiertas. Estaba permanentemente pensando, estudiando, escribiendo, haciendo cuentas y a la vez tenía tiempo para recibir a cualquiera de sus estudiantes en todo momento”, describe Sade. Y agrega: “Nunca pedía nada para él mismo, y costó cierto esfuerzo convencerlo de que su sillón debía ser reemplazado. El buen humor era su característica”.

Legado docente y científico

Ante la consulta de cuál fue el legado como docente y científico de Ahlers, Pierre Arneodo destaca: “Mi visión es que su incorporación al CAB y al IB generó una línea de investigación que perdura y que ha permitido la formación de un número muy importante de recursos humanos, de manera directa e indirecta. Su aporte a nivel internacional también es altamente reconocido”.

Para Pelegrina, un rasgo muy notable de Ahlers era su entusiasmo con la docencia. “Sacaba información de infinidad de libros para armar las clases que evidenciaban su impronta. Siempre yendo un paso más allá de los textos tradicionales y tratando de que no queden preguntas sin responder. En ese sentido, ante una pregunta de un alumno que lo descolocaba, él no tenía problema en decir ´no sé`. ¡Pero en la clase siguiente traía la respuesta con lujo de detalle!”, relata. Recuerda que Ahlers armó la materia “Métodos Experimentales”: “En ella, un físico teórico como él nos explicaba a nosotros, los experimentales, las potencialidades de cada equipo de laboratorio”.

Pelegrina comenta que es obvia la importancia del legado a través de todos los alumnos que formó en los distintos niveles, tanto de grado como de posgrado. “Creo que el respeto que inspiraba Manfred en la comunidad permitió que la División Metales sobreviviese a la escisión que ocurrió alrededor de 1984, cuando la mayor parte del personal decidió pertenecer a Investigación Aplicada (actualmente la GIA). El grupo que permaneció en Física (actualmente la GF) se benefició de su labor como Jefe de División hasta que quedó consolidado.”

Franscisco Lovey sintetiza: “Manfred fue la columna vertebral de la División Metales durante más de cuatro décadas. Publicó más de dos centenares de artículos científicos, muchos de los cuales alcanzaron gran renombre internacional en la temática mencionada”. También remarca que Ahlers alcanzó un alto prestigio internacional, y que fue conferencista invitado en numerosos Congresos Científicos e Institutos de Investigación. “Su legado ha sido ciertamente fecundo para el Centro Atómico Bariloche, el Instituto Balseiro, el país y el mundo”, expresa Lovey.

Sobre su legado como docente y científico, Sade cuenta que a cada tesista Manfred le planteaba un problema que por un lado era suficientemente amplio para dar lugar a la iniciativa, y por otro apuntaba a la construcción de un edificio conceptual. “Otro aspecto descollante del impacto que tuvo Manfred en el desarrollo del grupo es que las diversas tesis doctorales que se fueron llevando a cabo bajo su dirección requirieron creciente capacidad de estudio microestructural. Esto contribuyó a convertir al laboratorio en un centro  relevante a nivel nacional en el campo de la microscopía electrónica de alta resolución, liderado por Francisco Lovey y actualmente bajo la responsabilidad de Alfredo Tolley quien hiciera su tesis doctoral con Manfred”, describe Sade.  

Asimismo, Sade destaca que la fatiga de materiales, vinculada en especial a los materiales con memoria de forma, se sumó como tema de investigación en el CAB gracias a su tesis doctoral dirigida por Ahlers. “El tema resultaba apasionante pues la visible reversibilidad mecánica asociada al recuperar la forma, estaba acompañada en realidad por la formación de defectos tanto en el interior como en la superficie, proceso  que finalizaba en la fractura del material”, cuenta Sade.

Sade, quien además agrega que los primeros resultados surgieron como consecuencia de haberse desviado de la pregunta inicialmente planteada, apoyado por su profesor. Para Sade, se trata de un ejemplo de cómo se podía partir de un problema de investigación básica que tenía implicancias en el campo tecnológico industrial donde la fatiga de materiales puede ser un grave problema. En la columna “Manfred Ahlers, curiosidad científica…” cuenta más detalles sobre el profesor.

Anécdotas con física y sonrisas

Por último, pero no por eso menos relevante, se invitó a los participantes de esta nota a compartir alguna anécdota de su Profesor. “Muchas anécdotas están relacionadas con su manejo del lenguaje. Manfred era también un estudioso en este campo, sabía varios idiomas, pero su acento y sus construcciones gramaticales eran siempre motivo de asombro, incluso por parte de los que hablaban su idioma natal”, observa Pierre Arneodo. 

“Sigo usando una expresión que él decía: ‘Y chau listo’ o ‘Y chau y listo’, ya que nunca le pregunté cuál era la forma correcta. Otra característica distintiva eran los jeroglíficos con los que escribía sus apuntes, que eran excelentes por otro lado, que después de algunos meses uno podía llegar a leer casi con fluidez”, expresa Arneodo.

Manfred Ahlers y Adriana Condo x Fabiana Laguna

MONTAÑA. Manfred Ahlers disfrutaba de las caminatas. En la foto, junto a la física Adriana Condo. Crédito: Fabiana Laguna

Pelegrina realiza un punteo de tres anécdotas sobre su Profesor. La primera: Al ser un referente internacional en el citado tema de transformaciones martensíticas, Ahlers viajó invitado a numerosos congresos y centros de investigación. “Así que un día llamaron a Teresa y a Manfred de la escuela del hijo porque había un problema: ‘Mentía contando que había estado viviendo en muchos países’. Pero en realidad era la verdad, habían viajado mucho.”

La segunda anécdota: “Siempre hubo maldad entre sus alumnos relacionada con su pronunciación del castellano. La típica era hablar del ‘Coro-Obre’ después de una clase de la estabilidad de fases en el sistema ‘Oro-Cobre’.” Y la tercera: “Rara vez estuvo enfermo. Probablemente por las caminatas que hacía todos los días entre su casa y el CAB. Si uno paraba con el auto para alcanzarlo, siempre declinaba el ofrecimiento diciendo que eran sus momentos para pensar en los resultados.”

Lovey elige una frase para describir a Ahlers: “Nos transmitió la importancia de compartir el conocimiento y la capacidad experimental adquirida que hoy podemos mostrar con orgullo a través de diversos ejemplos entre los cuales se pueden mencionar los cursos sistemáticos que la División lleva adelante para que estudiantes y profesionales de todo el país aprendan y utilicen los microscopios electrónicos de transmisión”. En este link se puede leer un listado de las publicaciones de Ahlers.

Por su parte, Sade expresa: “Hoy, la temática de trabajo en nuestro grupo se ha diversificado notablemente, pero se puede aseverar que Manfred ha dejado una notable impronta asociada al análisis, la discusión, la relación de la teoría con los experimentos, la curiosidad científica con la mirada en potenciales aplicaciones y la generosidad a la hora de compartir el conocimiento y  las capacidades experimentales adquiridas”. 

Mientras tanto, los átomos siguen moviéndose en los objetos que nos rodean, generando “una chispa” que fue la que motivó a Manfred Ahlers toda su vida. Y que hizo que dejase su huella no sólo en el campo de la física de materiales que tanto lo intrigó, sino en todos quienes tuvieron el gusto de conocerlo.

Por Laura García Oviedo / Área de Comunicación y Prensa del Instituto Balseiro*

 

Links a artículos vinculados:

*Subnota: ¿Qué son las transformaciones martensíticas? 

*Recuadros: "Manfred Ahlers, miradas y recuerdosEx tesistas del Dr. Manfred Ahlers comparten más recuerdos sobre su Profesor.

*Columna de opinión:  “Manfred Ahlers, curiosidad científica con mirada en potenciales aplicaciones por Marcos Sade. 

*Recuadro: Tesis Doctorales dirigidas por el Dr. Manfred Ahlers

*Recuadro: Publicaciones del Dr. Manfred Ahlers

*Nota previa: Reconocen a científicos argentinos por su trabajo con materiales inteligentes (02/07/2019)

 

*Importante para medios de comunicación o canales de comunicación institucionales: Pueden reproducir esta nota en forma total o parcial, por favor, mencionando la fuente y la firma.

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Por Laura García Oviedo

Crédito imágenes: 

*Apertura: Laura García Oviedo

*Fotos 2 y 3 en orden descendente: Gentileza Marcos Sade

Área de Comunicación Institucional y Prensa

Crédito foto: Prensa IB

Instituto Balseiro, San Carlos de Bariloche, 19/04/2022

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