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Dos físicos, una ingeniera y un ingeniero hablaron sobre el Balseiro en la Feria del Libro de Buenos Aires

¿Qué se puede contar de la historia del Instituto Balseiro? ¿Y de su presente? ¿Qué decir sobre su futuro? Cuatro profesionales que egresaron de esta institución participaron en una mesa redonda durante la Feria del Libro 2022. En esta nota, las declaraciones de quienes protagonizaron esta novedosa actividad.

Fecha de publicación: 03/06/2022

Experimentos, charlas y notas en canales de TV y YouTube fueron algunas de las actividades que el Instituto Balseiro llevó a cabo en su paso por la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Sin embargo, hubo una propuesta que se destacó y fue la mesa redonda sobre el pasado, el presente y el futuro de esta institución educativa. 

El diálogo se realizó en la sala Tulio Halperín Donghi del Pabellón Amarillo de la Feria, el sábado 7 de mayo de 18.30 a 19.30 horas. Participaron como expositores: el físico Carlos Balseiro, ex director del Instituto e hijo del fundador del mismo, José Antonio Balseiro; el físico Alberto Rojo; la ingeniera Graciela Bertolino, vicedirectora del Área Ingeniería del IB; y el ingeniero Mariano Cantero, actual director del Instituto. 

La mesa fue moderada por el periodista científico Bruno Massare, director de la Agencia de Noticias TSS de la Universidad Nacional de San Martín y presidente de la Red Argentina de Periodismo Científico. Una particularidad es que los expositores son todos profesionales egresados del Instituto; y Balseiro, Bertolino y Cantero son además docentes allí en la actualidad.

Los orígenes del Instituto

Para dar inicio a la mesa redonda, Bruno Massare realizó una breve presentación del Instituto Balseiro y de quienes integraban el panel. A continuación, Carlos Balseiro inició su presentación con las siguientes palabras: “Contar la historia de 70 años en 7 minutos es complicado pero voy a tratar de rescatar tres aspectos que me parecen importantes, porque son tres cosas de las cuales quizás podemos aprender algo”, dijo. 

En primer lugar, Balseiro destacó cómo a partir de un fracaso se buscó construir un proyecto. En concreto, recordó que durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón, el científico austríaco Ronald Richter desarrolló el “Proyecto Huemul”, en la isla homónima de Bariloche, de 1948 a 1952. El objetivo era lograr la fusión nuclear controlada. También recordó que una comisión científica,  presidida por José Antonio Balseiro, fue enviada a evaluar el proyecto,  y que la misma llegó a la conclusión de que no existían evidencias de que Richter hubiese alcanzado el objetivo anunciado.

“La pregunta es, ¿qué se hizo? Me imagino que una alternativa para el gobierno era cerrar todo, tapar todo. Sin embargo, desde la Comisión Nacional de Energía Atómica decidieron transformar un fracaso en un proyecto en Bariloche, una escuela de física”, dijo Carlos Balseiro. De esta manera, unos años después del fracaso del Proyecto Huemul, se creó el Instituto de Física de Bariloche, hoy conocido como Instituto Balseiro.

En segundo lugar, Balseiro resaltó que los comienzos del Instituto no fueron fáciles ya que, en su momento, hubo muchas personas que no estaban conformes y a quienes no les gustaba la idea de crear esta escuela de física. “No fue algo fácil crear el Instituto en Bariloche. Tarde o temprano se puede llegar a acuerdos.  Esto es lo que ocurrió. Balseiro sabía lo que tenía que hacer y lo hizo”, dijo el ex director del IB.

Por último, Balseiro destacó la continuidad que ha tenido el Instituto a lo largo de los años. “Durante gobiernos, con mayor o menor entusiasmo por la ciencia y la tecnología, siempre tuvimos continuidad. No hubo gente echada o laboratorios cerrados abruptamente. Esa continuidad es lo que permite generar tradiciones, formas de hacer, una cultura del trabajo propia del lugar”, concluyó. 

El Balseiro desde la mirada de un egresad

Después de la contribución de Carlos Balseiro a la mesa, el moderador invitó a participar a Alberto Rojo, físico egresado, docente e investigador del Instituto. Rojo dio inicio a su intervención y contó cómo, a los 11 años, después de haber visto una publicidad de televisión en blanco y negro que decía: “el país necesita físicos e ingenieros nucleares”, sintió una especie de llamado, aún cuando, recordó, no le interesaba la física. O al menos no le gustaba con la pasión que luego le asaltó en la adolescencia. 

“Viniendo de Tucumán, entrar en el Instituto era entrar a otro mundo. Los bancos de las aulas no estaban marcados. La biblioteca estaba abierta los fines de semana. Los profesores tenían una visión de la vida profundamente informada por la física y, nos enseñaban la física como un proceso en permanente construcción y no como un corpus establecido y fosilizado en los libros de texto”, comentó Rojo.

El físico, que además es músico y artista plástico, dijo que pudo conocer, de cierta manera, a la figura de  José Antonio Balseiro a través del contacto con personas muy cercanas al fundador del Instituto -entre ellas, su esposa María Mercedes y sus hijos Beatriz, Mónica, Esteban y Carlos, de quien es discípulo y amigo-. “Por numerosas anécdotas que viví y que me refirieron, siento que sin ese estilo y sin esa visión de Balseiro yo sería hoy otra persona. Y estoy muy contento de ser como soy”, afirmó.

Después de haber compartido recuerdos y anécdotas de su paso por el Instituto, Rojo cerró su participación en la mesa con un pasaje reflexivo. Destacó que, a partir de la historia de éxito del Instituto Balseiro, es posible pensar un “país sembrado de instituciones similares, en disciplinas diversas”, y que la educación de excelencia es “el camino indispensable para mejorar el mundo”.

El panorama actual

Luego fue el turno de Graciela Bertolino, doctora en Ingeniería Nuclear, vicedirectora del Área Ingeniería y docente del Balseiro, además de ser la primera mujer en ocupar el citado cargo en Vicedirección. “Cuando hablamos del Instituto Balseiro, ¿de qué hablamos? Es una institución académica que sigue dependiendo, desde su fundación, de la Universidad Nacional de Cuyo y de la Comisión Nacional de Energía Atómica”, comentó Bertolino al momento de comenzar su intervención.

A continuación, la vicedirectora comentó las carreras que se pueden estudiar en el Instituto y remarcó que para estudiar en el Balseiro se debe estudiar previamente un año y medio o dos en carreras afines de alguna universidad del país, para luego rendir un examen de ingreso. “La idea de la beca, como fue en el origen, es que se les permita a todos y a todas poder estudiar sin tener en cuenta la situación económica o social de la que vienen. En eso hemos mantenido el espíritu de Balseiro”, dijo Bertolino. 

Además, compartió algunos datos estadísticos sobre la cantidad de graduados del Instituto Balseiro: “Hoy contamos con cerca de 800 graduados en Licenciatura en Física, más de 400 en Ingeniería Nuclear, 130 en Ingeniería Mecánica más o menos, y en la última carrera, Ingeniería en Telecomunicaciones, solamente 35, pero es una carrera nueva y es un récord que hayamos graduado tantos ingenieros en tan poco tiempo”, comentó Bertolino.

Luego, la ingeniera fue consultada por el moderador sobre la cuestión del género de los y las estudiantes, tratándose de carreras “históricamente más masculinas”. Frente a este tema, Bertolino afirmó que en la carrera de Física -en nuestro país- prácticamente no ha habido evolución en la cuestión del género.“¿Por qué? No lo sabemos, porque creo que les estamos dando todas las posibilidades para que las estudiantes mujeres puedan presentarse y hacer su carrera en el Balseiro. Pero hay una realidad y no sabemos por qué es de esa manera”, sentenció Bertolino. Asimismo,  destacó el aspecto federal  del Instituto respecto del origen geográfico de sus estudiantes, que es múltiple.

Desafíos a futuro

Hacia el final de la mesa redonda, tomó la palabra Mariano Cantero, director del Balseiro, ingeniero nuclear y doctor en Ingeniería Civil. Destacó los aportes de la CNEA y del Instituto al desarrollo del país:“El Instituto Balseiro se crea cinco años después que la CNEA, y termina siendo un puntal muy importante para todo lo que ha sido el desarrollo de tecnología y de empresas de base tecnológica”. También remarcó que la CNEA, como política de Estado, ha podido generar empresas de base tecnológica que han impactado no sólo el área nuclear, sino también en otras como en la satelital y en la médica. Citó como el ejemplo más famoso a INVAP, que fue creada por egresados del Balseiro.

En el transcurso de su presentación, el director del Instituto repasó los desafíos que se debe tener en cuenta para formar a profesionales de Ingeniería y Física. Por un lado, mencionó las demandas a futuro de la sociedad, las cuales se concentrarán, dijo Cantero,  en cinco áreas: la energía, los alimentos, la salud, el ambiente y las comunicaciones. Por otro lado, remarcó qué tecnologías serán centrales a futuro: la tecnología nuclear, la cuántica, la nanotecnología, la inteligencia artificial, entre otras.

Otro aspecto que abordó el ingeniero fue la dificultad a la hora de incorporar a los egresados en el sector productivo nacional, ya que muchos jóvenes profesionales optan por trabajar y seguir formándose en el exterior.  “Es un tema en este mundo globalizado que no está globalizado de forma balanceada en el flujo de bienes y capitales. No es parejo para todos lados. Y eso es algo a tener en cuenta en esto de tratar de evolucionar como institución para seguir apoyando y apuntalando el desarrollo del país”, explicó Cantero.

Además, el director del Balseiro reflexionó sobre la actual “cultura de la inmediatez” y cómo la gente se va acostumbrando a que todo sea inmediato, en parte debido a las telecomunicaciones. Frente a esa lógica,  Cantero hizo hincapié en la necesidad de entender los grandes logros como el resultado de largos procesos, “caracterizados por el trabajo, el esfuerzo, la planificación y un rumbo claro”. 

Cerca del cierre de su discurso, Cantero destacó que, desde el Balseiro, también se trabaja mucho en la vinculación de los egresados con el sector productivo, y que se les presta una gran atención a las demandas sociales. En ese sentido, destacó la importancia del Concurso IB50K. Por último, se dirigió a la audiencia con un mensaje reflexivo: “Los grandes logros son el producto del esfuerzo, el trabajo continuado, y muchas veces son procesos largos, y es la única forma en la que se llega al éxito”, concluyó.

Preguntas y respuestas

Una vez finalizadas las exposiciones de los cuatro participantes de la mesa, Bruno Massare abrió un espacio destinado a la realización de preguntas por parte del público. Un espectador se dirigió a las autoridades del Balseiro y les preguntó si tenían alguna estadística que refleje la salida laboral de los profesionales que egresan de la institución. 

Frente a esta consulta, tomó la palabra Graciela Bertolino. “Fue cambiando mucho esto. Durante la pandemia y hoy, pospandemia, los números son otros y son preocupantes. Antes de la pandemia, el 50% de los graduados se quedaba en el país, se quedaba trabajando en alguna industria o en investigación. El 50% más o menos se iba al exterior, que es lo normal y está bien, porque mucha gente que se va al exterior no está perdida”, dijo la vicedirectora por el Área Ingeniería del IB.

Sin embargo, Bertolino agregó que en nuestro país, durante la pandemia y la pospandemia, muchos profesionales empezaron a hacer teletrabajo -por ejemplo, desde Bariloche- para empresas del exterior. “Eso es pérdida de capital humano porque no trabaja más para el país o para una empresa local, pero vive en el país. Y eso crea una diferencia social enorme porque los salarios son otros, porque lo que deja al país es claramente cero”, afirmó la ingeniera con cierta preocupación. 

Otro asistente preguntó sobre cómo afectó la pandemia al proceso de aprendizaje en el Instituto, sobre todo en relación con las materias prácticas. Frente a esta pregunta, Cantero destacó que, durante la pandemia, el Balseiro estuvo una sola semana sin clases. Después del shock inicial, comenzaron las clases virtuales, y se pudo estar al día gracias al esfuerzo de todo el personal del Instituto y de los mismos estudiantes.

Además, se pudo llevar adelante el examen de admisión de nuevos estudiantes  y rápidamente se crearon protocolos para la vuelta de los laboratorios en la segunda mitad de 2020. “El Instituto está al día. Todos los que se tenían que graduar se graduaron y  se han dado todos los contenidos”, destacó Cantero.

En relación con la última pregunta, Graciela Bertolino remarcó el valor de los laboratorios presenciales para la formación de los y las estudiantes: “El laboratorio no se puede enseñar por computadora, hay cosas que vos tenés que medir y tocar, tenés que manejar equipos, tenés que conectar un enchufe, y si no lo sabés conectar quizás cuando vayas a trabajar a algún lado capaz que quemás el equipo”, afirmó. Por último, la ingeniera destacó todo el trabajo que se hizo en el Balseiro al momento de recuperar la presencialidad en los laboratorios.

Para saber más sobre el paso del Instituto Balseiro por la Feria Internacional del Libro 2022 se puede leer la siguiente noticia: https://www.ib.edu.ar/comunicacion-y-prensa/noticias/item/2243-nota-feria-del-libro-2022.html

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Por Renzo Cuello Naranjo

Edición: Laura García Oviedo

Crédito foto: Prensa IB

San Carlos de Bariloche, 03/06/2022

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