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Willy Pregliasco y una pericia científica que demostró la importancia de la física forense

Rodolfo Willy Pregliasco dio un coloquio en el Balseiro. Crédito foto: Marion Prieto / IB Rodolfo Willy Pregliasco dio un coloquio en el Balseiro. Crédito foto: Marion Prieto / IB Rodolfo Willy Pregliasco dio un coloquio en el Balseiro. Crédito foto: Marion Prieto / IB

En esta crónica realizada por el periodista Daniel Lorenzo especialmente para el Área de Comunicación del Instituto Balseiro, se cuenta la historia de una pericia científica realizada por el físico forense Rodolfo "Willy" Pregliasco, a partir de un coloquio brindado en este Instituto. 

Fecha de publicación: 19/12/2022

El 22 de agosto de 1972 a la madrugada cuatro oficiales de la Marina hicieron salir de sus celdas de la base militar de Trelew a 19 presos políticos, quienes cinco días antes se habían rendido y entregado. Les vaciaron los cargadores de sus armas automáticas en un estrecho pasillo y mataron a 16.

La versión oficial de la dictadura de Lanusse dijo que la balacera respondía a un intento de fuga de los presos, luego de que uno de ellos redujera a un oficial y le arrebatara el arma, para dispararle a los militares.

En 2007, 35 años después, Rodolfo "Willy" Pregliasco, Doctor en Física por la Universidad de Buenos Aires (UBA), investigador de CONICET y director del Grupo de Física Forense del Centro Atómico Bariloche, Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), logró pruebas materiales determinantes de que la versión de los represores era falsa.

Los presos habían sido fusilados en un pasillo a las 3 de la madrugada, sin mediar ataque ni intento de escapar.

En el coloquio del Instituto Balseiro titulado “Masacre de Trelew: historia de una reconstrucción”, Pregliasco llevó a su auditorio a aquellos días de 1972 en la Patagonia, al ocaso de la dictadura de Lanusse y a los fusilamientos en la base chubutense.

Fuga de película

Se trataba del proyecto de fuga planificado por todos los presos para que 120 escaparan del penal de máxima seguridad de Rawson, perdido en la Patagonia. Junto a colaboradores externos tramaron una fuga épica, con el secuestro de un avión y escape a Chile, que se produjo el 15 de agosto de 1972.

“Fue una fuga de película, una historia que todavía está por contarse”, relató Pregliasco. Y explicó que 120 era la cantidad de personas que entraba en el vuelo semanal de Austral, que sería secuestrado para llevar a los prófugos al Chile de Salvador Allende

“El plan se cumplió minuciosamente: tomaron pabellón por pabellón sin disparar un solo tiro, quitaron las armas a los celadores, llegaron a la puerta del penal donde sí se produjo un tiroteo en el que murió un guardia, y desde allí hicieron la señal pactada para el apoyo externo”, agregó.

“Pero los de afuera no entendieron la señal y pensaron que el plan había fracasado. Se acercó un auto solo, al que se subieron ocho dirigentes, y fueron al aeropuerto de Trelew”, dijo.

Los demás fugados "empezaron a llamar a los taxis de Rawson para que los lleven al aeropuerto, y en dos o tres autos lograron irse los 19 pibes de esta historia. Apenas llegaron vieron azorados que el avión estaba despegando. Los habían esperado hasta temer que si no despegaban podía fracasar todo”. Sólo ocho lograron tomar el avión a Chile, 19 que quedan varados en el aeropuerto de Trelew y el resto no salió del penal de Rawson.

La base

Los que se quedaron en el aeropuerto convocaron a una conferencia de prensa, se rindieron ante un juez federal, y un médico constató que no tenían lesiones. Habían acordado con el magistrado volver al penal, pero en cambio los militares los llevaron a la base aeronaval “Almirante Zar”.

El poder militar inauguró así un inédito sistema represivo ilegal, sin garantías.

Los metieron en celdas de castigo para “colimbas” (soldados del Servicio Militar Obligatorio), enfrentadas con un pequeño pasillo en el centro, donde estuvieron permanentemente sometidos a vejámenes y maltratos.

Fusilados

Seis días después de la fuga, Chile no respondía a los pedidos de Argentina de extradición de quienes completaron el plan, y el viaje de los 8 dirigentes políticos a Cuba terminó la discusión diplomática.

Al día siguiente a las 3 de la madrugada, los presos vieron que algo había cambiado para siempre: cuatro oficiales llegaron al pabellón de celdas, escoltados por los soldados de guardia. Los hicieron salir de las celdas y formar en dos filas.

Uno de los militares, el capitán de Corbeta Luis Emilio Sosa, hizo un “recorrido de inspección” entre ellos, solo con su arma, “contra todo protocolo y razonabilidad” según Pregliasco.

Versión oficial: Mariano Pujadas agarró e inmovilizó a Sosa, le sacó el arma y disparó contra los oficiales, quienes respondieron vaciando sus cargadores sobre los presos, matando a 16 y dejando 3 sobrevivientes.

Versión de los sobrevivientes: los oficiales se presentaron, los hicieron formar y los fusilaron sin más.

La pericia de Pregliasco y su equipo otorgó las herramientas para que los abogados de parte desarmen la versión oficial, e incluso considerando que Pujadas redujo a Sosa y disparó, el equipo de científicos y juristas demostró que la versión de los militares era inverosímil e imposible.

La pericia

A pedido de un juez federal Pregliasco realizó un peritaje científico minucioso. Rompió paredes, analizó capas de pintura y materiales. Y dejó todo documentado.

“Debo hacer un juicio basado en libros de historia, necesito pruebas materiales de lo que ocurrió esa noche”, le dijo el juez.

Con un trabajo de arqueología en el edificio de la escena del crimen, que había recibido muchas transformaciones y reparaciones, el perito le respondió con pruebas irrefutables.

Mario Mariscotti aportó radiografías con rayos gamma de las paredes, y con su equipo de la Licenciada en Criminalística Marina Stuke y la fotógrafa Alejandra Bartoliche, Pregliasco desarrolló la pericia en base a los relatos de los sobrevivientes registrados en documentos y libros.

Avanzaron a través de ocho capas de pintura que había en algunos lugares, en los revoques originales en otros, descubrieron que una oficina se transformó en baño, y dibujaron en el piso de un enorme salón vacío el sitio de las celdas.

Hicieron uno de los estudios más importantes en el agujero de un balazo en la puerta de los baños, determinando por el orificio la trayectoria del disparo, que desarmó la versión de Sosa de los tiros de Pujadas.

Sospecharon que esos tiros fueron fraguados, pero para el juicio necesitaban pruebas materiales, no conjeturas, y se guardaron esa conjetura.

Juicio en Rawson y en Miami

“Fueron cuatro meses de trabajo y un informe de 120 páginas con muchos datos”, describió Pregliasco sobre el aporte al juicio realizado en Rawson en 2010, con sólo tres de los oficiales presentes. El cuarto había conseguido la ciudadanía EE.UU. y nunca volvió.

En una de las audiencias fue convocado a declarar y a mostrar en la base los resultados de la investigación. El proceso concluyó en 2012 con la condena a cadena perpetua de Sosa, Emilio Del Real y Carlos Marandino, como autores de 16 homicidios y tres tentativas.

En 2020 Pregliasco fue convocado por otro tribunal, ahora en EE.UU., debido a que el Centro de Justicia y Responsabilidad (CJA), dedicado a expatriar represores de otros países con ciudadanía norteamericana, quería enjuiciar a Roberto Bravo.

Tradujo el informe y se preparó durante seis meses para testimoniar en el formato de los juzgados norteamericanos, con parámetros muy estrictos.

En el estrado de Miami debió presentar la pericia y luego reafirmarla tras el testimonio de Bravo con una reconstrucción física ante el jurado y el juez, y también allí logró echar por tierra todo argumento del militar.

“Fue tan consistente la prueba que se resolvió en sólo cinco días, y en dos horas el jurado informó la sentencia de culpabilidad de Bravo”, expresó satisfecho, agregando que esperan la decisión final del juez para que sea extraditado a Argentina antes de fin de año.

El Instituto Balseiro, dependiente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO), brinda todos los viernes un ciclo de coloquios públicos, que se pueden ver vía YouTube (bit.ly/youtubebalseiro). Para ver el coloquio de Pregliasco, se puede ingresar a: https://www.youtube.com/watch?v=m0eD22wfg40

Por Daniel Lorenzo para el Área de Comunicación del Instituto Balseiro

Crédito foto: Laura García Oviedo / Área de Comunicación Instituto Balseiro

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Por Daniel Lorenzo

Área de Comunicación Institucional y Prensa

Crédito foto: Laura García Oviedo / IB

Instituto Balseiro, San Carlos de Bariloche, 19/12/2022

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