Durante el mes de febrero, jóvenes de distintas universidades de Argentina realizaron prácticas en laboratorios del Centro Atómico Bariloche. Fue en el contexto del programa “Becas de Verano” del Instituto Balseiro. En esta nota, cuentan sus experiencias.
Fecha de publicación: 13/03/2024
Bajo la motivación de hacer experimentos en laboratorios de avanzada, jóvenes de diversas provincias de Argentina participaron durante febrero del programa “Becas de Verano” del Instituto Balseiro en el Centro Atómico Bariloche (CAB). Esta iniciativa permite definir vocaciones y orientar las carreras en ciencia y tecnología desde hace más de 20 años.
En la edición 2024, hubo más de 300 postulantes, tanto de Argentina como del resto de América latina. En esta ocasión solo diez jóvenes recibieron estas becas, algo que les permitió afrontar los gastos de alojamiento, un per diem y el transporte terrestre dentro de Argentina. En el proceso de selección se tienen en cuenta los antecedentes académicos y méritos en general de los postulantes, según informaron desde la comisión organizadora del programa.
La estadía consistió en participar en el desarrollo de proyectos de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) en los laboratorios del CAB, de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Esta actividad de vinculación del Balseiro despierta un gran interés entre estudiantes y profesionales que acaban de graduarse de carreras de física, ingeniería y afines.
“Las Becas de Verano son importantes porque se pueden hacer experiencias que no se tiene oportunidad de realizar en los lugares de origen o debido a que no tienen el equipamiento o porque son temas de investigación que se hacen en muy pocos lugares del mundo”, afirma el Ingeniero Nuclear Federico Mezio, integrante de la comisión organizadora del programa Becas de Verano del Instituto.
Esta iniciativa es organizada por la Secretaría de Vinculación e Innovación del Instituto Balseiro, dependiente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO). Las becas son financiadas por la CNEA y este año contó, asimismo, con el apoyo de la Fundación YPF.
En primera persona
Año tras año, las personas que participan en la iniciativa expresan su agradecimiento por la oportunidad que se les presenta de conocer técnicas experimentales y equipamientos que son complementarios a lo que ven en sus carreras de origen.
Micaela Pomarico tiene 24 años y es de Villa Cañás, Santa Fe. Estudia la Licenciatura en Física en la Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires, en Tandil, y fue una de las estudiantes seleccionadas. Cuando fue consultada al respecto de su motivación para postularse a la beca dijo: “Estoy cerca de terminar y no sabía muy bien qué camino seguir y sé que acá en Bariloche tienen mucha diversidad de temas y quería conocerlos”
Además comentó que en el inicio de la estadía hubo varias propuestas que le gustaron pero que decidió trabajar en el laboratorio de bajas temperaturas. “Era en lo que más conocimiento tenía y sentía que podía aportar algo a lo que estamos haciendo”. Y agregó, en una breve entrevista realizada por el Área de Comunicación y Prensa del Balseiro y que se puede ver en el canal de YouTube institucional, que los equipos que encontró le parecieron “increíbles”.
Luna Curello tiene 25 años es de La Rioja y está recientemente recibida como Licenciada en Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional de La Rioja. Fue otra de las becarias seleccionadas por el programa este año y al respecto comentó: “Mi experiencia fue muy enriquecedora. Aprendí sobre un área que no es la mía, no fue en la que me formé, que es la biología”.
También destacó la calidad humana del plantel de investigadores, docentes y demás profesionales. “Están siempre dispuestos a ayudarte, a enseñarte, a mostrarte en qué están trabajando y a seguir en el camino de la investigación”, dijo. Y agregó que aprendió mucho el manejo de los equipamientos que utilizaron durante la estadía.
Al respecto de cómo se enteró de la beca, Lautaro Ubiedo, otro becario que también participó en una serie de entrevistas sobre este programa que puede verse en el canal de YouTube del Instituto Balseiro, comentó: “Estoy estudiando la carrera de Ingeniería Electrónica en la UTN en Paraná y vine acá más que nada cuando me enteré siguiendo la cuenta del Instituto Balseiro en redes sociales. Me interesó y por eso me inscribí en este laboratorio, que es el laboratorio de microelectrónica y detectores que me llamó la atención”.
Ubiedo, que tiene 24 años y es oriundo de Oro Verde, Entre Ríos, agregó que le gusta trabajar en microelectrónica aunque también en ingeniería en telecomunicaciones. Y agregó que le gustaría en el futuro regresar al Balseiro y al CAB para seguir formándose o incluso trabajar en algún proyecto puntual .
Provincias y universidades de origen
En esta oportunidad, el grupo que participó tiene representantes de nueve provincias, de las localidades de Arias, Córdoba; La Plata y Tandil, Buenos Aires; Oro Verde, Entre Ríos; La Rioja Capital; Ciudad de Mendoza; San Fernando del Valle de Catamarca; San Juan, Capital; Ciudad de Córdoba, y La Banda, Santiago del Estero.
¿De qué universidades provienen? Están estudiando o ya se recibieron de la Universidad Nacional de Río Cuarto, la Universidad Nacional de La Plata, la Universidad Nacional de La Rioja, la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, la Universidad Nacional de Cuyo, la Universidad Nacional de San Juan, la Universidad Nacional de Córdoba, la Universidad Nacional de Santiago del Estero y de la Universidad Tecnológica Nacional (Facultad Regional Paraná).
Parte de las actividades del programa “Becas de Verano” del Balseiro consiste en realizar visitas técnicas a diversas instalaciones ubicadas en Bariloche (ver más abajo, Recuadro “Proyectos en grupos…”). Este año, el grupo de participantes tuvo la oportunidad de visitar el simulador y el área de robótica del proyecto CAREM25, la empresa INVAP, el reactor nuclear de investigación RA-6 y la Fundación INTECNUS.
Esta edición finalizó el viernes 1 de marzo con la presentación de pósters en el salón de actos del Instituto Balseiro. En este histórico lugar cada participante pudo mostrar los resultados de sus investigaciones a pares, a otros docentes del instituto y a investigadores de la CNEA y el CONICET.
Por último se realizó un almuerzo de cierre entre participantes y equipos del Balseiro, en el quincho del CAB ubicado en “Playa Bonita”, a orillas del lago Nahuel Huapi. Allí, representantes de la comisión Becas de Verano agradecieron especialmente a las autoridades del IB y a la gran cantidad de investigadores del Centro Atómico Bariloche que ofrecieron temas de investigación, quienes fueron un eslabón fundamental para que se puedan realizar estas actividades. A su vez también agradecieron a Fundación YPF, que desde hace varios años mantiene su apoyo para que más postulantes puedan acceder a una beca.
Para todo el Instituto Balseiro fue una alegría muy grande el éxito de la convocatoria de Becas de Verano. Desde la comisión organizadora se informó que ya se está trabajando en lograr más apoyos de fundaciones y empresas con el objetivo de aumentar el número de participantes.
La edición 2025 de las Becas Verano en el Instituto Balseiro ya despierta interés. Para calmar ansiedades, Federico Mezio, de la comisión organizadora, informó que la convocatoria se empieza a hacer cada mes de septiembre, la inscripción se abre en octubre y durante noviembre se realiza la selección. “Así en diciembre de cada año ya se sabe quiénes van a venir a la próxima edición”, dijo. E invitó a ingresar a www.ib.edu.ar y buscar “Becas de Verano” para acceder a más información.
PROYECTOS EN GRUPOS Y LABORATORIOS DEL CAB
Las investigaciones que realizaron en los laboratorios del Centro Atómico Bariloche pertenecen a distintos campos de I+D+i. Algunos de los temas en los que colaboraron fueron: la calibración del Acelerador de Iones Tándem 1.7 MV; la captura de dióxido de carbono empleando “matrices carbonosas mesoporosas impregnadas con polietilenimina (PEI)”; la síntesis y la caracterización de “heteroestructuras de pocas capas de antimonio y grafeno”; y la puesta a punto de la aplicación de nanopartículas magnéticas de óxido de hierro para tratamientos basados en “hipertermia magnética en cultivo 3D de células tumorales”. Las prácticas en laboratorio también incluyeron realizar aportes en otros temas, como la calibración del “detector BUSARD por fluorescencia de rayos X”; la síntesis y la caracterización de nanocompuestos de nanohilos de plata para aplicaciones neuromórficas; el estudio de propiedades magnéticas de muestras naturales de “siderita FeCO3”; “la estimación del tiempo transcurrido desde una sobreexposición accidental a radiación ionizante por medio de dosímetros termoluminiscentes”; comunicación digital y óptica QPSK; y el diseño y caracterización de circuitos integrados. |
Por Área de Comunicación Institucional y Prensa
Material audiovisual:
*En YouTube, los becarios citados en esta nota cuentan sobre sus experiencias en el Programa "Becas de Verano" del Instituto Balseiro 2024:
*También se pueden mirar videos que hicimos en vivo por Instagram: https://www.instagram.com/institutobalseiro/
Nota: Por Área de Comunicación Institucional y Prensa
Videos: Marion Prieto (edición y videos de YouTube) / ACIyP-IB
Crédito foto: RSV para Prensa IB
Instituto Balseiro, San Carlos de Bariloche, 13/3/2024
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En el “Workshop de Materia Condensada”, realizado en el Instituto Balseiro y el Centro Atómico Bariloche, ex estudiantes y colegas de los físicos Arturo López Dávalos y Blas Alascio compartieron sus propias trayectorias y recordaron a sus maestros.
Fecha de publicación: 05/03/2024
Blas Alascio y Arturo López Dávalos fueron dos distinguidos físicos argentinos que además de dedicarse a la ciencia fueron egresados y profesores del Instituto Balseiro. Ambos fallecieron recientemente y para rendirles homenaje sus discípulos, colegas, ex estudiantes y colaboradores, que hoy viven y trabajan en distintas ciudades del mundo, se reunieron en Bariloche para compartir sus legados y recuerdos.
“Blas y Arturo fueron además fundadores del grupo que hoy conocemos como Grupo de Materia Condensada del Centro Atómico Bariloche, donde estudiamos la física de los materiales”, destacó Carlos Balseiro, presidente del comité organizador de la citada reunión. Y explica que allí se investigan estructuras electrónicas y propiedades magnéticas superconductoras a niveles atómicos. “Ellos fueron los que dieron el puntapié inicial para desarrollar estas tareas de investigación”.
Durante la reunión científica, que tuvo alrededor de 30 expositores y 40 pósters, se contaron los últimos avances y logros de cada uno de los participantes además de repasar las trayectorias de ambos físicos. Fueron tres días de charlas, del 18 al 20 de diciembre de 2023, con presentaciones de físicos de los Estados Unidos, Alemania, España, Italia, Chile y Argentina.
El impacto académico-científico de ambos pioneros se mezcló a su vez con anécdotas personales. “Hablamos de ellos, hubo muchos recuerdos, muchas emociones”, sintetizó Balseiro en una entrevista realizada por el Área de Comunicación Institucional, que se puede ver en el canal principal de YouTube del Instituto Balseiro (bit.ly/youtubebalseiro). El encuentro incluyó una mesa redonda y una cena de camaradería.
“Fue un encuentro de una gran familia académica, donde ellos eran un poco los abuelos, luego se formaron los hijos y los nietos”, ilustró Carlos Balseiro, en referencia a que Alascio y López Dávalos fueron directores de tesis de Doctorado de profesionales que a su vez formaron nuevos Doctores en Física. Así, se reunieron sus estudiantes, y estudiantes de sus estudiantes, que mantienen lazos muy fuertes en el tiempo.
López Dávalos egresó en la cuarta promoción de la Licenciatura en Física del Instituto y se formó como Doctor en Viena, y luego trabajó con José Antonio Balseiro, primer director de este Instituto y co-fundador del hoy llamado Instituto Balseiro. Alascio completó su Licenciatura en Tucumán y en Bariloche se recibió de Doctor en Física bajo la dirección de José A. Balseiro.
“La carrera de ambos comenzó en forma paralela, colaboraban entre sí y compartían estudiantes. Arturo tuvo una muy importante actividad en gestión: fue director del Centro Atómico Bariloche, director del Instituto Balseiro, trabajó en el Ministerio de Educación de la Nación y luego fue vicerrector de la nueva Universidad Nacional de Río Negro en Bariloche”, comentó Carlos Balseiro.
“Blas fue docente-investigador en el Centro Atómico Bariloche y en el Instituto. Definitivamente cada uno, a su manera, tuvo un rol muy importante en el desarrollo de la física , en la formación de recursos humanos y, en general, en la ciencia en Argentina”, agregó Carlos Balseiro, que tuvo como director de tesis de Doctorado a Alascio y que fue amigo muy cercano de ambos.
El comité organizador local del encuentro estuvo integrado también por Armando Aligia, Karen Hallberg, Alejandro Kolton, José Lorenzana, Gerardo Ortiz, César Proetto y Cecilia Ventura.
LEGADOS Y RECUERDOS
José Roberto Iglesias fue uno de los expositores del Workshop que se hizo en homenaje a ambos físicos. En una entrevista, que se puede ver en el canal de YouTube del Balseiro, se le consultó si podía sintetizar el principal legado de Arturo López Dávalos y Blas Alascio.
“Entre los dos, y junto con Verónica Grunfeld, crearon el grupo de investigación en física teórica del estado sólido que luego se transformó en el grupo de física de materia condensada. Formaron un número muy significativo de trabajos de conclusión de licenciatura y de doctorados y contribuyeron a que la investigación en física teórica de sólidos adquiriese importancia, no solo aquí en Bariloche sino en todo el país. En ese sentido fueron pioneros de esa área de investigación y también en docencia”, dijo Iglesias.
El físico realizó su trabajo final de Licenciatura bajo la dirección de Alascio y López Dávalos. “Después de recibido fui a hacer el doctorado afuera pero siempre venía con alguna frecuencia a Bariloche y manteníamos una relación de colaboración científica y de amistad al mismo tiempo. Vamos a sentir mucho la falta de ellos”, agregó el científico, que egresó en el Balseiro en 1969 y que vive en la actualidad en Brasil. Para ver el video con la entrevista completa, realizada en un recreo del workshop.
Cristian Batista, que en la actualidad trabaja como profesor e investigador en la Universidad de Tennessee, también participó en una entrevista realizada durante el workshop. “El principal legado que nos dejaron es una familia científica”, coincidió con lo planteado por Carlos Balseiro. “Nosotros somos como hermanos en la ciencia a partir del grupo que ellos formaron acá en Bariloche. Es difícil sintetizarlo en pocas palabras, pero de alguna manera lo que aprendimos de ellos fueron lecciones de sencillez y sobre todo de un compromiso enorme con comunicar ideas, formar recursos humanos, enseñar y compartir la ciencia”, dijo.
El director de Batista fue el físico Armando Aligia quien fue estudiante dirigido por Alascio. “La forma en la que enseñaba, el brillo de la mirada, la forma en que se conectaba con nosotros era muy especial”, remarcó Batista y comentó que en el Instituto Balseiro existe un contacto muy personal entre profesores y estudiantes.
Batista también cuenta qué investiga en la actualidad en torno a materiales y fenómenos como la superconductividad y el magnetismo. En la misma, reflexiona sobre los vínculos entre la física teórica y la física experimental, y también cuenta detalles sobre su paso como estudiante del Balseiro y su colaboración en temas de neutrónica. Sobre la física, que es la pasión común entre quienes se reunieron a rendir homenaje a sus maestros, expresó que implica “un desafío intelectual pero que también se traduce en algo que puede mejorar la vida de los demás”.
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Área de Comunicación Institucional y Prensa
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Instituto Balseiro, San Carlos de Bariloche, 05/03/2024
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Se comparte un comunicado de la Dirección del Instituto Balseiro por el fallecimiento del físico Edgardo “Lito” Bisogni, egresado y ex director de la institución.
Fecha de publicación: 22/02/2024
“El Instituto Balseiro comunica con profundo pesar el fallecimiento de Edgardo ‘Lito’ Bisogni, egresado de la primera promoción de la Licenciatura en Física del Instituto Balseiro (1958), ex director del Centro Atómico Bariloche e Instituto Balseiro, y docente de esta escuela, ocurrido el pasado lunes 19 de febrero de 2024 a los 93 años de edad.
El Dr. Bisogni ha tenido una extensa y variada actividad en el campo de la ciencia, la tecnología y la formación de recursos humanos. Se doctoró en Física en el Instituto Balseiro (1966) en la temática “Anelático de Aleaciones de Aluminio y Aleaciones de Aluminio Deformadas Plásticamente”, bajo la dirección de Gunther Schoeck.
Participó activamente en la creación de empresas como ALUAR (Aluminios Argentinos), CONUAR (Combustible Nuclear Argentino) y luego FAE S. A. (Fabricación de Aleaciones Especiales); y también colaboró en la creación de Fundación Balseiro.
Su labor brindó múltiples aportes en el Centro Atómico Bariloche (CAB), el Centro Atómico Constituyentes (CAC) de la CNEA, e incluso ya como jubilado siguió trabajando en el CAB, en la “Oficina de Transferencia de Tecnología”. Fue asimismo representante en Bariloche de la Revista Ciencia Hoy.
Expresamos nuestras condolencias a su esposa Noemí, a sus hijos Daniel, Paula y Gustavo, y al resto de sus familiares, amistades y colegas.
Dirección del Instituto Balseiro"
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A continuación unas palabras de Marisa Velazco Aldao, directora de la Biblioteca Leo Falicov:
“Lito un amigo de la biblioteca
Siento una gran pena por la pérdida del Dr. Edgardo Angel Bisogni.
Lito era un usuario muy presente en nuestra Biblioteca, venía a visitarnos muy frecuentemente. Cada vez que venía parábamos nuestras tareas y le prestábamos mucha atención, porque nos deleitaba con historias que tenían que ver con su vida en “La Plata”, su paso por el Instituto Balseiro, cómo era la vida de estudiante de esa época, de su trabajo incansable en nuestro querido IB.
En mi caso particular nos unía en esas conversaciones un tema en particular que era la ciudad de “La Plata”, lugar donde nacimos ambos por lo tanto teníamos muchos temas en común como eran: El Colegio Nacional “Rafael Hernández”, colegio dependiente de la UNLP y donde Lito realizó el secundario, y la UNLP, lugar donde él estudió y yo trabajé durante muchos años y también había tenido una relación muy estrecha el Dr. J. A. Balseiro, que fue profesor de esta casa de altos estudios y fue profesor de Lito, por lo tanto pasaba horas hablando con él.
Cuando nos mudamos a esta biblioteca Lito empezó a venir una vez por semana aproximadamente, empezamos a hablar de a poco de la donación que haría a la biblioteca de su colección personal de libros y de la historia de cada uno de los libros, en qué ocasión lo había usado, si era un “Clásico” de tal o cual tema, una conversación que era un placer escuchar y en la que teníamos que hacer pausas porque cada vez que hablaba de esos libros y en qué situación los había usado se emocionaba hasta las lágrimas.
El respeto y admiración con el que hablaba de su Prof. el Dr. Balseiro, era supremo. Existía un vínculo muy estrecho entre el profesor/alumno en aquellos años, esto se daba por la convivencia diaria, porque era una comunidad muy pequeña, porque Bariloche no es lo que era hoy y todo eso contribuía de una u otra manera al desarrollo personal y profesional de cada estudiante.
Su trayectoria académica fue impecable, un trabajador incansable, una persona muy generosa.
Lito aprendí mucho de vos, te recordaré y extrañaremos mucho, hasta siempre…”
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Compartimos asimismo un artículo escrito por Marcos Sade y Francisco Lovey de la Asociación de Ex Alumnos del Instituto Balseiro:
“El día 19 de febrero de 2024 ha fallecido el Dr, Edgardo Angel (Lito) Bisogni quien formó parte de la Primera Promoción de Licenciados en Física del Instituto Balseiro.
Compartimos una breve reseña de su fructífera trayectoria.
El Dr Bisogni ha tenido una extensa y variada actividad en el campo de la ciencia, la tecnología y la formación de recursos humanos.
Edgardo Bisogni inició sus estudios superiores en la Universidad Nacional de la Plata en la carrera de Licenciatura en Química llegando a cursar asignaturas de 5to año. A continuación formó parte de la primera camada de estudiantes de Licenciatura en Física del Instituto de Física de Bariloche creado en el año 1955. Egresó como Licenciado en Física en 1958.
Pocos meses después realizó estudios de post-grado en la Universidad de Illinois, EE.UU. (1959-1960), en la temática de Difusión de Gases en hafnio utilizando la técnica de Fricción Interna.
Al regreso de EE.UU. se incorporó a la División Metalurgia del Centro Atómico Constituyentes (CAC) bajo la dirección del Dr. Jorge Sabato. En dicho Centro Atómico se dictó en 1962 el Primer Curso Panamericano de Metalurgia Nuclear organizado por Jorge Sabato, en el cual Edgardo Bisogni actuó como coordinador. Estos cursos anuales sirvieron de germen para la futura creación del Instituto Sábato años después.
En el año 1963 inició su Trabajo de Tesis Doctoral en el Instituto Balseiro en Comportamiento Anelático de Aleaciones de Aluminio y Aleaciones de Aluminio Deformadas Plásticamente, dirigido por el Prof. Gunther Schoeck. La Tesis fue presentada en 1965.
Luego se reincorporó nuevamente a la División Metalurgia del CAC realizando tareas de investigación en diversas aleaciones. En este período mantuvo una colaboración con la Universidad de Campinas (Brasil) adonde concurría para el dictado de cursos.
En los años 1969-1971 realizó una estadía en Francia donde se desempeñó como Investigador Asociado en el Centro de Estudios Nucleares de Grenoble, en temas de daño por radiación en materiales.
A su regreso se reintegró a las actividades de la División Metalurgia del CAC.
Entre 1976 y 1978 participó activamente en el desarrollo de la empresa ALUAR (Aluminios Argentinos) en Puerto Madryn, Chubut.
De regreso a la CNEA participó en la formación de la empresa CONUAR (Combustible Nuclear Argentino) y luego en la empresa FAE S.A. (Fabricación de Aleaciones Especiales) como proveedoras de todos los elementos de combustible para los reactores argentinos.
Fue designado director del Centro Atómico Bariloche (CAB) e Instituto Balseiro desde abril 1982 a abril 1986, permaneciendo luego como Profesor del IB.
Posteriormente se ocupó de la Oficina de Transferencia de Tecnología en el CAB, actividad en la que se desempeñó hasta varios años después de su jubilación. Fue uno de los promotores de la Creación de la Fundación Balseiro, siendo miembro de su Directorio desde 1991 hasta 2016.
Colaboró activamente con la difusión de la ciencia, siendo representante en Bariloche de la Revista Ciencia Hoy desde sus comienzos, dictando además seminarios y conferencias.
Recordamos así con afecto a una de las personas que dieron los primeros pasos en la investigación de sistemas metálicos en el CAB, que evolucionó hacia la actual División Física de Metales.
Expresamos nuestras condolencias a su esposa Noemí, a sus hijos (Daniel, Paula y Gustavo) y al resto de sus familiares.
Marcos Sade y Francisco Lovey”
Las autoridades del Instituto Balseiro publicaron un mensaje por el fallecimiento del físico Fernando Kropff, egresado del Instituto Balseiro, ocurrido en la ciudad de San Carlos de Bariloche el 18 de febrero.
Fecha de publicación: 19/02/2024
“El Instituto Balseiro comunica con profundo pesar el fallecimiento de Fernando Kropff, egresado de la cuarta promoción de la Licenciatura en Física del Instituto Balseiro (1961), ocurrido el domingo 18 de febrero por la mañana.
Fernando Kropff era físico experimental, nacido en Paraguay y trabajó la mayor parte de su vida en el Centro Atómico Bariloche, como investigador de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). En Suecia investigó en temas de física nuclear. A su regreso, se dedicó, como recuerda su colega y discípulo Rolando Granada, a realizar “mediciones de secciones eficaces de neutrones térmicos y subtérmicos, y al perfeccionamiento de algunas de las técnicas de tiempo de vuelo que fueron luego incorporadas en libros de texto de la temática” (ver más abajo, “Palabras del Dr. Granada”). Fue asimismo docente del Instituto Balseiro.
En la cuarta promoción de la Licenciatura en Física, Kropff, tuvo como profesor a José Antonio Balseiro y fue compañero de colegas como Francisco De la Cruz, José Abriata y Arturo López Dávalos.
Acompañamos desde el Instituto Balseiro en estos difíciles momentos y enviamos nuestros sentidos saludos a su esposa, María Teresa Causa, física egresada del Instituto Balseiro, y a sus hijos Emilio y Laura.
Dirección del Instituto Balseiro”
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Compartimos las palabras del Profesor Dr. Rolando Granada:
“Fernando Kropff Moreno fue mi maestro y amigo. Lo conocí en Julio de 1972, cuando vine a la División Neutrones y Reactores a iniciar con él mi Trabajo Especial de la Licenciatura en Física. Era un tema experimental, como era su estudio de la Física. Más allá de las características del problema a investigar, supongo que me gustó que nos entendíamos muy bien con nuestro lenguaje casi común, Fernando era paraguayo y yo soy formoseño.
Hacía poco tiempo había regresado de Suecia, donde trabajó en temas de Física Nuclear midiendo momentos angulares y paridades de núcleos. Y volvió a Bariloche, donde había egresado como Licenciado en Física en 1961, siendo entre otros compañeros suyos Arturo López Dávalos, Paco De la Cruz, Pepe Abriata, Andrés García. Cambió de tema a su retorno, dedicándose a mediciones de secciones eficaces de neutrones térmicos y subtérmicos, y al perfeccionamiento de algunas de las técnicas de tiempo de vuelo que fueron luego incorporadas en libros de texto de la temática.
Trabajamos juntos por décadas. Con Fernando aprendí que los neutrones son verdes, que la ciencia experimental es demandante de la mayor autocrítica, que el cálculo de errores es imprescindible, y que requiere de la mayor rigurosidad en los resultados que se presentan, porque la Naturaleza se muestra a través de ellos. Su honestidad intelectual era extrema.
Hoy, con la tristeza de su desaparición física pero con el recuerdo entrañable de los años compartidos, despido a Fernando Kropff, mi maestro y amigo.”
Compartimos además palabras del Profesor Dr. Javier Dawidowski:
“Ayer, 18 de febrero de 2024, falleció Fernando Kropff Moreno. Perteneciente a las generaciones que conocieron a Balseiro, egresó del Instituto en 1961 junto con Abriata, De la Cruz, Ceballos, Andrés García, López Dávalos y Nemirovsky (que son quienes yo conocí). Después de una estadía en Uppsala volvió a Bariloche. Participó de los comienzos del LINAC a fines de los ‘60, ideando cómo utilizarlo como fuente de neutrones. Ya en los ‘70, estaba midiendo secciones eficaces con Mayer y Granada. Creó el nuevo banco de difracción enfocado en tiempo, concepto original de él, que se sigue utilizando en las fuentes pulsadas de neutrones. El laboratorio ISIS de Inglaterra tiene programas de ajustes de picos de difracción donde una opción es la “Kropff shape”. Yo tuve la oportunidad de contarles a los ingleses quién era Kropff y dónde quedaba Paraguay.
Yo como estudiante, luego como becario, y ya investigador y colega de Fernando, pude conocerlo y compartir amables charlas con él. Kropff era un mundo aparte, fuera de lo convencional, ermitaño, trabajaba intensamente en su oficina siempre tomando tereré. Formado en los inicios de la informática, él se había hecho su propio sistema operativo, su propio sistema de adquisición de datos y su propio sistema de cálculo simbólico, y de numeración de precisión arbitraria.
En una ocasión, sin mediar palabra, me dio una mano muy grande. Me prestó su Suzuki porque en una emergencia familiar mi coche se había quedado en La Pampa. Ya jubilado disfrutaba de programar e investigar propiedades de los números que me contaba en charlas que teníamos en el comedor del Centro Atómico, donde seguía viniendo con María Teresa, su esposa. Sus leyendas se sumarán a la larga lista que se sigue transmitiendo de asado en asado.
Acompañamos a su esposa María Teresa Causa y a sus hijos en el dolor de la ausencia.”
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Área de Comunicación Institucional y Prensa
Crédito foto: ACIyP
Instituto Balseiro, San Carlos de Bariloche, 19/02/2024
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Más noticias: www.ib.edu.ar/index.php/comunicacion-y-prensa/noticias.html
En una nueva jornada de puertas abiertas, el Instituto Balseiro invita a la comunidad de Bariloche a un conversatorio con las mujeres que trabajan en ciencia y tecnología mientras se realiza un recorrido por instalaciones del Centro Atómico Bariloche.
Será el viernes 16 de febrero a las 17 hs, en el contexto del “Día Internacional de la Mujer y la Niña en Ciencia”. La actividad es con inscripción previa.
Las inscripciones, con cupo limitado, deben realizarse en: bit.ly/inscripcion-dia-niña-mujer-ciencia
Organiza: Secretaría de Extensión y Cultura Científica del Instituto Balseiro en equipo con el Grupo de Mujeres del CAB.
Más información, en esta noticia.
En una nueva jornada de puertas abiertas, el Instituto Balseiro invita a la comunidad de Bariloche a un conversatorio con las mujeres que trabajan en ciencia y tecnología mientras se realiza un recorrido por instalaciones del Centro Atómico Bariloche. Será el viernes 16 de febrero a las 17 hs, en el contexto del “Día Internacional de la Mujer y la Niña en Ciencia”. La actividad es con inscripción previa.
Fecha de publicación: 09/02/2024
Científicas, ingenieras, técnicas, docentes, comunicadoras, bibliotecarias, estudiantes y muchas otras mujeres que construyen ciencia y tecnología mostrarán su lugar de trabajo y dialogarán sobre su vida que, entre otras cosas, incluye a la ciencia. La invitación, abierta al público y gratuita, es para el viernes 16 de febrero de 17 a 19 hs. Las inscripciones, con cupo limitado, deben realizarse en: bit.ly/inscripcion-dia-niña-mujer-ciencia
Organizada por la Secretaría de Extensión y Cultura Científica del Instituto Balseiro en equipo con el Grupo de Mujeres del CAB, la actividad incluirá recorridos para charlar con las mujeres que trabajan en ciencia mientras se recorre laboratorios, oficinas, jardines y el reactor escuela RA-6 del Centro Atómico Bariloche.
El Instituto Balseiro, dependiente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO), promueve la participación de las mujeres en ciencia y tecnología desde su creación. Esta jornada, que se realizará en el contexto del “Día Internacional de la Mujer y la Niña en Ciencia”, es una de las tantas actividades que se organizan durante el año dirigidas a todo el público, como también cursos de perfeccionamiento docente y talleres para infancias y adolescencias.
¿Por qué existe un día internacional dedicado a esta temática? En la resolución 70/212 de 2015 de la Asamblea General de la ONU se informa que uno de los objetivos es “promover el acceso de las mujeres y la niñas a la educación, la capacitación y la investigación en los ámbitos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, así como su participación en esas actividades, a todos los niveles…”. Así, en distintas partes del mundo, en febrero se celebra este día especial con múltiples iniciativas.
Sobre el Instituto Balseiro
El Instituto Balseiro es una institución pública de educación superior, dependiente de la CNEA y UNCUYO. Su oferta académica incluye cuatro carreras de grado con becas completas: Licenciatura en Física, Ingeniería Nuclear, Ingeniería Mecánica e Ingeniería en Telecomunicaciones. Además, se pueden estudiar tres maestrías (en Física, Ingeniería y Física Médica), tres doctorados (en Física, Ciencias de la Ingeniería e Ingeniería Nuclear) y la Carrera de Especialización en Aplicaciones Tecnológicas de la Energía Nuclear (CEATEN).
El equipo docente del Instituto Balseiro está compuesto por profesionales de la ciencia y la tecnología referentes en sus áreas y priorizan una enseñanza personalizada. La mayoría se desempeña en los laboratorios de investigación y desarrollo (I+D) del Centro Atómico Bariloche o en empresas como INVAP. A su vez, las aulas del Balseiro están rodeadas de hermosos paisajes del norte de la Patagonia, con lagos, montañas y ríos para disfrutar en las cuatro estaciones del año. Las inscripciones de carreras de grado y maestrías están abiertas durante febrero, más información en: linktr.ee/ingresobalseiro
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Fruto del trabajo de varios años, de investigación, sacrificio, estudio y de una política de formación de profesionales sostenida en el tiempo, pudieron acceder a su diploma las nuevas promociones de carreras de grado y posgrado de física e ingeniería del Instituto Balseiro. En el acto participaron las autoridades máximas del Balseiro, la UNCUYO y la CNEA, además de representantes provinciales y nacionales.
Fecha de publicación: 22/12/2023
Unos imaginaron estudiar en este lugar desde la primaria, o cuando empezaron a interesarse en la ciencia y la tecnología impulsados por algún docente o familiar. Otras y otros eligieron este camino recién en la universidad. Para llegar acá tuvieron su examen de ingreso, recibieron becas para dedicarse a tiempo completo a sus carreras, disfrutaron la vida deportiva y cultural en el campus del instituto, aprendieron teorías, hicieron experimentos, rindieron exámenes persiguiendo una meta. El horizonte imaginado se hizo realidad durante la tarde de este viernes 22 de diciembre en el salón de actos del Instituto Balseiro.
Las y los integrantes de las nuevas promociones de las carreras de física e ingeniería pasaron al escenario en el Centro Atómico Bariloche a recibir sus títulos. La mesa académica estuvo compuesta por la presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Adriana Serquis; la rectora de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO), Esther Sánchez; el director del Instituto Balseiro, Mariano Cantero; la vicedirectora del Área Ingeniería, Graciela Bertolino; y el vicedirector del Área Ciencias, Marcelo Kuperman. Estuvo presente además el intendente de Bariloche, Walter Cortés, entre otras autoridades municipales, provinciales y nacionales.
Esta entrega de diplomas no sólo cristaliza los años de esfuerzo y estudio de estos estudiantes. Además refrenda las metas y objetivos que se pusieron allá hace casi 70 años, en 1955, cuando se firmó el convenio entre la CNEA y la UNCUYO que dio origen a este Instituto: “Formar a nuestros jóvenes para el desarrollo del país”, en palabras del Director del Instituto, Mariano Cantero.
La graduación despierta emociones cargadas de orgullo y algarabía entre los presentes, que saben de la historia de quienes hicieron esta institución, y también conocen el esfuerzo que tuvieron que hacer los ahora profesionales. Prueba de ello fue la cantidad de familiares, estudiantes y amistades de los nuevos egresados que coparon el salón y aplaudieron cada entrega.
Música para empezar
El acto comenzó con una bella versión del himno nacional interpretado en piano y violín por dos de los recientes egresados del Instituto, Lucas Ezequiel Diaz y Martina Acevedo, que lograron un hermoso momento de solemnidad acorde a este evento.
Los 37 profesionales que recibieron sus diplomas en este acto son integrantes de las promociones nro. 67 de la Licenciatura en Física, nro. 21 de la Maestría en Ciencias Físicas, nro. 20 de la Maestría en Física Médica. También se recibieron integrantes de promociones 2023 de la Maestría en Ingeniería y de los Doctorados en Física y en Ciencias de la Ingeniería.
El director del Instituto, Mariano Cantero, les dijo en el inicio de su discurso: “A partir de ahora son embajadores del Instituto Balseiro, de la CNEA y de la UNCUYO. Tienen esa gran ventaja, y tienen también el gran desafío y compromiso de honrarlo con su accionar”.
Visiblemente emocionado, el director les pidió a los estudiantes que “mantengan los valores del trabajo y del esfuerzo, la capacidad de pensar y analizar en profundidad las cosas, y la capacidad de escuchar y tratar de entender”. Y para finalizar les remarcó que los logros son “el fruto del trabajo y el esfuerzo, de la planificación, y de la consistencia y coherencia con que se persiguen los objetivos en la vida”.
Además Cantero destacó que nada es inmediato ni producto de genialidades sino que hay instituciones con las personas que las integran, con “relaciones humanas se construyen y destruyen cada día; actúen siempre de modo constructivo”.
El acto contó con la presencia de varias autoridades de la UNCUYO. Su rectora, Esther Sánchez, afirmó que esta graduación produce un impacto no solo en quienes se reciben, sino en la sociedad, en el país y en el mundo. “Ustedes son parte de la comunidad del Balseiro que forjó y transformó a la Argentina”, les dijo. Y agregó: “Tienen el privilegio de haber estudiado en una institución pública pero que no por ello ha sido gratuita. Es el pueblo argentino quien ha pagado estos estudios con sus impuestos, así que no hay mejor tributo que ser agentes transformadores de la sociedad y divulgadores de la importancia de la educación pública”.
En la misma tónica, Marcelo Kuperman, vicedirector del Área Ciencias, afirmó que la educación, la ciencia y la tecnología son “esenciales para el progreso y la transformación de toda la sociedad y el Estado debe obrar en forma activa para promoverlos”. E insistió en que estos no son logros personales, sino que cuentan con el apoyo de la sociedad toda, por lo que los invitó a transformarse en instrumentos en pos del bien común.
De todo el país
El Balseiro es una institución federal que forma a estudiantes de Argentina y de otros países de la región. En esta ocasión las personas que egresaron son de varias universidades, de varias provincias de Argentina y de otros países de América latina. Tienen su origen en Buenos Aires, Tucumán, Salta, Santa Fe, Misiones, Córdoba, San Juan y La Rioja y también de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. O vienen de Paraguay, México, Costa Rica, Perú, Colombia o Bolivia.
El método de estudio del Balseiro hace que la duración de una carrera se cumpla en tiempo y forma. Ignacio Lembo Ferrari, recién recibido de físico a los 25 años, brindó un discurso lleno de anécdotas que cerró afirmando: “Si de algo tengo certeza es de la grandeza y el compromiso con la ciencia y el estudio de todos los que nos recibimos hoy en este salón tan especial lleno de mística, donde tantos físicos e ingenieros han recibido su títulos de graduados”.
Por su parte, uno de los flamantes Magísteres, Pablo Naim Chehade, expresó: “Me di cuenta que puedo resolver cada problema, valgo más de lo que creía valer”. El video de la transmisión en vivo del evento, que contiene los discursos completos, quedó disponible en el canal de YouTube del Instituto Balseiro (bit.ly/youtubebalseiro).
Durante el acto, se mencionó que esta misma semana también se recibieron ocho integrantes de la promoción 2023 de Carrera de Especialización en Aplicaciones Tecnológicas de la Energía Nuclear (CEATEN), en la ciudad de Buenos Aires. Esa carrera es dictada en conjunto por la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires y el Instituto Balseiro (CNEA-UNCUYO).
Reconocimientos
Luego de la entrega de diplomas, se realizaron varios reconocimientos, como por ejemplo el “Premio de la Fundación Balseiro a la mejor labor docente”. Por voto mayoritario, este año ese premio fue otorgado por Graciela Bertolino, quien es vicepresidenta ejecutiva de la citada Fundación, al docente Eduardo Jagla. Por su parte, la filial Bariloche de la Asociación Física Argentina, representada por Dina Tobía y Pierre Arneodo Larochette, entregó el “Premio al mejor promedio conjunto de las carreras de Licenciatura en Física y Maestrías 2023” al Magíster Leandro Martinek.
A su vez, la Asociación de Ex Alumnos del Instituto Balseiro, representada en el acto por Marcos Sade, otorgó el “Premio Omar Bernaola” a la mejor tesis de Maestría de Física Médica. Fue otorgado a Rocio Luz Gilli por su trabajo titulado “Diseño de un fantoma para auditorías dosimétricas remotas en braquiterapia de alta tasa de dosis”.
Asimismo se dio la oportunidad de agradecer por su dedicación y labor en la institución a docentes que este año recibieron su jubilación. Pasaron al escenario Mónica Segura, docente del área de idiomas, Eduardo Cortizo, docente del área de Ingeniería, y Marcos Sade, docente del área de Ciencias e Ingeniería, ante muchos aplausos del público. Por último se brindó un reconocimiento a dos integrantes del Consejo Académico que han cumplido sus mandatos: Celso Flury y Lourdes Torres.
Hacia el cierre del acto, Adriana Serquis, presidenta de la CNEA, brindó unas palabras. Agradeció a los equipos docentes, no docentes y personal de apoyo del Instituto Balseiro. A los recién graduados, los llamó a no perder nunca la capacidad de seguir aprendiendo. Y concluyó: “Sepan que los logros personales son muy valiosos, pero es mucho más valioso que esos logros puedan estar insertos en los logros de toda la sociedad”.
Por Área de Comunicación del Instituto Balseiro.
Recuadro 1:
Con nombre y apellido
Promoción nro. 67 de Licenciatura en Física
Martina Acevedo (Mar del Plata, Buenos Aires); Manuel Avellaneda Molina (San Miguel de Tucumán, Tucumán); Enzo Federico Bavaro (Ciudad Autónoma de Buenos Aires); Adriel Leandro Belmonte (Salta, Salta); Andrés Matías Boasso (El Trébol, Santa Fe); Lucas Marcio Brugevin (Santa Fe, Santa Fe), Pedro Castellini Grand (Luján, Buenos Aires); Francisco José Divi (Santa Fe, Santa Fe); Ignacio Lembo Ferrari (Rosario, Santa Fe); Bruno Fernando Márquez (Posadas, Misiones); Juan Pablo Morales (La Rioja, La Rioja); Santiago Palumbo (La Plata, Buenos Aires) Francisco Eugenio Peroni Gómez, (Asunción, Paraguay).
Promoción nro. 21 de la Maestría en Ciencias Físicas
Rocío Milagros Besana (Remedios de Escalada, Buenos Aires); Gastón Blatter (Rosario, Santa Fe); Pablo Naim Chehade (Santa Fe, Santa Fe); Lucas Ezequiel Diaz (San Miguel de Tucumán, Tucumán); Lucas Díaz Celauro (Rosario, Santa Fe); María Guadalupe Gómez Farfán (Ciudad de México, México); Marco Madile Hjelt (Ciudad Autónoma de Buenos Aires); Leandro Ariel Martinek (Haedo, Buenos Aires); Oscar Antonio Moreno Segura (Uruca, Costa Rica); Juan Manuel Paez (Mar del Plata, Buenos Aires); Nicolás San Martín (Ciudad de Buenos Aires); Tadeo Neyen Segovia (Hurlingham, Buenos Aires); Lucas Andres Sobehart (Ciudad Autónoma de Buenos Aires); Renzo Kenyi Takagui Pérez (Lima, República del Perú).
Promoción nro. 20 de la Maestría en Física Médica
Luisa María Andrade López ( Pasto, Nariño, Colombia); Tatiana Carolina Cusis Castro (Pasto, Nariño, Colombia); Rocio Luz Gilli (General Cabrera, Córdoba); Maximiliano Catriel Musso (Cosquín, Córdoba); Dorian Alexander Romero Alcocer (Cochabamba, Bolivia); Luis Etienne Soriano Ruiz (Nuevo León, México)
Promoción 2023 de la Maestría en Ingeniería está representada por:
Maia Ivon Desamo Rodriguez (Bahía Blanca, Buenos Aires); Huilén Gustinelli (Hudson, Buenos Aires).
Promoción 2023 del Doctorado en Ciencias de la Ingeniería:
Afra Fernández Zuvich (Córdoba); Yanet Belén Mansilla (Río Negro).
Recuadro 2:
De universidades de aquí y de allá
Cada estudiante que ingresa al Instituto Balseiro tiene que haber aprobado hasta el tercer año en alguna otra universidad. En esta oportunidad, las personas que acaban de recibirse provienen de varias instituciones educativas, la gran mayoría públicas. Algunas son: la Universidad Nacional de Mar del Plata, la Universidad Nacional de Tucuman, la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Nacional de Salta, la Universidad Nacional de Rosario, la Universidad Nacional del Litoral y, la Universidad Nacional de Misiones.
Completan el listado la Universidad Nacional de Córdoba, la Universidad Nacional de La Plata, la Universidad Nacional del Comahue, y la Universidad Nacional de Asunción, en Paraguay, la Universidad Autónoma de Nuevo León, México,la Universidad Privada del Valle, Bolivia, la Universidad de Nariño, Colombia, la Universidad Católica del Perú, la Universidad de Costa Rica, Costa Rica, y la, Universidad Nacional Autónoma de México.
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Área de Comunicación Institucional y Prensa
Crédito foto: Lucía Jalil
Instituto Balseiro, San Carlos de Bariloche, 22/12/2023
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En una nueva entrega de la serie “Nuevos doctores/as del IB”, el Doctor en Ciencias de la Ingeniería Gastón Alonso cuenta de qué se trató su tesis. En la actualidad continúa investigando en el área de materiales con memoria de forma con aplicaciones en la salud.
Fecha de publicación: 15/12/2023
“Desarrollo e implementación de un modelo mecanobiológico aplicado al diseño de dispositivos ortopédicos”: así se tituló la tesis de Doctorado en Ciencias de la Ingeniería de Marcelo Gastón Alonso. En otras palabras, investigó cómo modelar el crecimiento de los huesos para ayudar a crear dispositivos ortopédicos más “inteligentes”. En esta entrevista, cuenta de qué se trató esta investigación, cómo fue estudiar en el Balseiro y cómo siguió su vida después de recibirse.
Gastón Alonso tiene 33 años y es oriundo de San Martín, Mendoza. Es Ingeniero Mecánico egresado en 2015 y Magíster en Ingeniería, graduado en 2018 en el Instituto Balseiro (IB). En junio de 2023 defendió su tesis en este mismo instituto, que depende de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO). En esta entrevista brinda detalles de su investigación de Doctorado y también opina sobre cómo es estudiar en el Balseiro.
Sus directores de tesis del Doctorado en Ciencias de la Ingeniería fueron los investigadores Graciela Bertolino y Alejandro Yawny. Su investigación se llevó a cabo en el Laboratorio de propiedades mecánicas de la División Física de Metales, perteneciente a la Gerencia Física de la CNEA, con becas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y CNEA. En la actualidad, trabaja en el mismo grupo ahora investigando más potenciales aplicaciones de aleaciones con “memoria de forma” para la construcción de distintos dispositivos ortopédicos.
“Mi trabajo involucra distintos aspectos de ciencia de materiales, así como de diseño de dispositivos usando distintas herramientas” cuenta. Además da clases en la materia “Laboratorio II” para Ingeniería Mecánica del Balseiro. En su tiempo libre, tocaguitarra y el piano y hace deportes, como salir a la montaña, esquiar, practicar kayak o ciclismo.
-¿Cuándo y por qué iniciaste la carrera de Doctorado en Ciencias de la Ingeniería en el Instituto Balseiro?
-Comencé mi Doctorado a mediados del 2018. La razón por la que decidí volver al Instituto Balseiro luego de la carrera de grado fue que siempre supe que es un lugar con lo necesario para hacer ciencia del más alto nivel, que enfocada adecuadamente puede tener un impacto directo en la sociedad que pagó toda mi carrera. De alguna forma siempre me pareció que nuestro país necesita eso y tanto el CAB como el IB son lugares desde donde pueden hacerse ese tipo de aportes. El Doctorado en sí fue solamente la excusa y la forma para ir detrás de ese objetivo. Tengo que agradecer infinitamente a mis directores porque además de haber sido fundamentales para mi formación de grado, comparten esa visión y me dieron el espacio, el apoyo y el ejemplo para trabajar de manera acorde a eso durante el doctorado.
-¿De qué se trata tu tesis?
-La motivación principal de mi tesis fue aplicar conocimiento ya existente en la División Física de Metales sobre aleaciones con memoria de forma a problemas de la medicina. Básicamente, se aprovecha que estas aleaciones permiten ejercer esfuerzos mecánicos controlados y estables de forma relativamente “fácil”. Esto es sumamente útil para distintas aplicaciones en ortopedia que requieren hacer esfuerzos correctivos sobre el cuerpo humano para tratar distintas desviaciones del crecimiento, durante la niñez y la adolescencia. Es algo similar a lo que ocurre con los conocidos “brackets” (N. de la R.: o aparatos) que se usan para ortodoncia.
-¿Entonces qué buscabas resolver?
-El principal vacío de conocimiento que había para poder implementar este concepto era la magnitud que deben tener dichos esfuerzos. Por eso mi tesis se orientó principalmente a describir matemáticamente y calcular cómo las fuerzas que generan los distintos aparatos ortopédicos influyen sobre los mecanismos biológicos asociados al crecimiento. El principal resultado que obtuve fue un modelo matemático de estos fenómenos, que pudimos utilizar para desarrollar prototipos, algunos de los cuales se probaron efectivamente en pacientes.
-O sea, ¿hiciste un modelo matemático sobre el crecimiento biológico de los huesos y lo vinculaste con los efectos de aparatos ortopédicos?
-Exactamente eso. El modelo que hice describe puntualmente el crecimiento de los huesos, y se vincula con el diseño de ortesis porque incorpora el efecto de las fuerzas que éstas hacen, para poder tener una estimación de su efectividad antes de ser usadas por pacientes que las necesitan. Aquí hay una sutileza en la terminología, todos estamos acostumbrados a escuchar hablar de prótesis, que son aparatos ortopédicos que reemplazan partes del cuerpo humano (p. ej., una prótesis de cadera). Las ortesis son aparatos que sirven de soporte o hacen fuerzas sobre el cuerpo humano, como por ejemplo una rodillera, y con este tipo de aparatos trabajamos.
-¿Podrías contar algún caso que esté incluido en tu tesis con una aplicación concreta?
- Puntualmente, trabajamos con médicos de Bariloche y pudimos probar varios prototipos de ortesis para el tratamiento de pie equino y equino varo. Básicamente, se trata de anormalidades del crecimiento que hacen que la posición del pie de la persona se altere: queda extendido y desviado “hacia adentro”. El origen de estas patologías en general está asociado a los tejidos blandos, no a los huesos, y el tratamiento usual consiste en utilizar una férula rígida que posiciona el pie adecuadamente. Para mi tesis utilizamos materiales con memoria de forma y desarrollamos férulas flexibles, que ubican el pie del paciente de acuerdo a lo prescrito por el médico, pero permiten el movimiento, lo cual llevaría aparejados menos efectos negativos sobre la marcha, la circulación sanguínea, etcétera.
-¿Y con respecto a patologías de crecimiento óseo?
-Respecto a las patologías del crecimiento óseo, evaluamos que el riesgo de implementar su uso con pacientes todavía era demasiado elevado, fundamentalmente porque el concepto de tratamiento propuesto no se había probado antes. Por eso avanzamos con el estudio ingenieril del problema. Para esto fue que generamos el modelo del que hemos hablado, y con esa información pudimos diseñar un prototipo que esperamos que, luego de algunas etapas de evaluación más, en el mediano plazo se pueda probar en pacientes.
-¿Qué significa que el material con que está hecha la pieza tenga “memoria de forma”?
-Básicamente, se trata de materiales que pueden deformarse y recuperar su forma original cuando se cambia su temperatura, por eso se dice que tienen “memoria”. Además tienen otras propiedades, en particular, el ser pseudoelásticos. Esto último quiere decir que pueden, aplicándoles una fuerza aproximadamente constante, deformarse en gran medida y recuperar su forma original una vez que se retira la misma. Esta propiedad es la que resulta más útil para fabricar dispositivos ortopédicos.
-¿Qué es lo que más te gustó de tu Doctorado?
-Me gustaron muchas cosas, pero fundamentalmente que logramos que fuera, dentro de lo específico de un Doctorado, una investigación bastante amplia. Si bien trabajé mucho con problemas computacionales y elementos finitos, entre otros temas, también tuve que hacer caracterizaciones experimentales de materiales, diseñar dispositivos que construimos usando herramientas como la impresión 3D… Y hacer un poco de corte y confección también. Lo que más satisfacción me dio sin dudas fue que pude ver algunos de esos dispositivos siendo utilizados por pacientes pediátricos, con resultados bastante promisorios.
-¿Qué balance general hacés de tu experiencia durante el Doctorado en el Balseiro?
-Fue un proceso muy positivo en la gran mayoría de los aspectos y siento que crecí muchísimo. Haber participado de la dirección de proyectos integradores de Ingeniería también me sumó mucho, porque entendí lo que significa formar recursos humanos y, salvando las distancias, aprendí estando de ambos lados del mostrador: como director y dirigido. Me tocó vivirlo con la pandemia de por medio y eso me dejó muchas enseñanzas sobre lo que representa la ciencia para nuestra sociedad y nuestras autoridades. Si bien nosotros tenemos muy claro el impacto y la importancia que tiene, sentir en carne propia que se nos impidiera acceder a los laboratorios mientras se habilitaban cualquier otro tipo de actividades fue bastante duro. Eso me mostró que no hay una comprensión clara de lo que hacemos y que el hecho de que los resultados de una investigación se ven en el largo plazo lleva a percibir la ciencia como algo “no esencial”. Sobre todo para nuestro país es imprescindible. Tenemos que hacer más para que la importancia de la ciencia y la técnica se entienda fuera del ámbito en el que nos movemos todos los días. En ese sentido hay una frase de Houssay que sigue vigente y siempre tengo presente: sin investigación científica y técnica, ningún país moderno puede sobrevivir. Se estanca y se atrasa.
-¿Realizaste estadías en otros lugares dentro del Doctorado? ¿Y qué planes tenés ahora, a partir de tu egreso del Doctorado?
-No realicé estadías en otros lugares durante el Doctorado. Mi desafío ahora es continuar con la línea de investigación que comenzamos con mi tesis y ampliarla aún más. No pierdo de vista el objetivo de producir resultados con un impacto directo en la resolución de problemas concretos de nuestra sociedad. Hay mucho trabajo por hacer en ese sentido y me gustaría hacerlo para mi país.
-¿Querés contar qué es lo que te apasiona de la ingeniería y cómo nació tu vocación?
-Creo que lo que define una pasión es que no se puede explicar con palabras, y por eso no consigo verbalizar una respuesta a la pregunta. Sí puedo decir que me cuesta más esfuerzo irme del laboratorio que levantarme para venir. Por eso mismo no sabría decir cómo nació mi vocación, aunque siento que estuvo ahí desde siempre. Influyeron en eso lo mucho que leí de chico, mis viejos y que siempre tuve acceso a herramientas, fuentes, frascos y algún que otro químico que no debería haber estado a mi alcance para jugar. Creo que la cosa empieza con una forma de curiosidad que no sé bien cómo se genera, pero que lo lleva a uno a probar cosas “a ver qué pasa”. De las que recuerdo, creo que la que primero me surge es usar la olla a presión de mi mamá de caldera para mover algún motorcito “ad hoc”. Creo que tengo más recuerdos de ese tipo que espacio para contarlos.
-¿Qué consejo te darías a vos mismo si pudieras hablar con tu versión del inicio de la carrera?
-Lo principal que aprendí es que el tiempo pasa rápidamente y no hay que desperdiciarlo, sobre todo porque seguir teniéndolo para ejecutar planes pensados y repensados no está de ninguna manera garantizado. Hay cosas que requieren su maduración, pero la gran mayoría requiere ponerse en movimiento, probar, fallar y seguir adelante. Darse cuenta de que algo es una mala idea y descartarlo a tiempo es una de las mejores cosas que pueden pasar.
-¿Nos podrías decir en pocas palabra qué valorás más de tu paso por el IB?
-En el IB hay una atmósfera especial, donde parece que todo es posible trabajando bien. El límite lo ponemos nosotros.
*Papers vinculados con el Doctorado;
https://www.nature.com/articles/s41598-023-29254-z
https://link.springer.com/article/10.1007/s10237-022-01608-y
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1751616121005774?via%3Dihub
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0021929020303286?via%3Dihub
*Más entrevistas de la Serie:
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Por Laura García Oviedo
Crédito foto: Ramiro Sáenz Valenzuela
Área de Comunicación Institucional y Prensa (ACIyP)
Instituto Balseiro, San Carlos de Bariloche,15/12/2023
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En una nueva entrega de la serie “Nuevos doctores/as del IB”, el Doctor en Ciencias de la Ingeniería Gastón Alonso cuenta de qué se trató su tesis. En la actualidad continúa investigando en el área de materiales con memoria de forma con aplicaciones en la salud.
Fecha de publicación: 15/12/2023
“Desarrollo e implementación de un modelo mecanobiológico aplicado al diseño de dispositivos ortopédicos”: así se tituló la tesis de Doctorado en Ciencias de la Ingeniería de Marcelo Gastón Alonso. En otras palabras, investigó cómo modelar el crecimiento de los huesos para ayudar a crear dispositivos ortopédicos más “inteligentes”. En esta entrevista, cuenta de qué se trató esta investigación, cómo fue estudiar en el Balseiro y cómo siguió su vida después de recibirse.
Gastón Alonso tiene 33 años y es oriundo de San Martín, Mendoza. Es Ingeniero Mecánico egresado en 2015 y Magíster en Ingeniería, graduado en 2018 en el Instituto Balseiro (IB). En junio de 2023 defendió su tesis en este mismo instituto, que depende de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO). En esta entrevista brinda detalles de su investigación de Doctorado y también opina sobre cómo es estudiar en el Balseiro.
Sus directores de tesis del Doctorado en Ciencias de la Ingeniería fueron los investigadores Graciela Bertolino y Alejandro Yawny. Su investigación se llevó a cabo en el Laboratorio de propiedades mecánicas de la División Física de Metales, perteneciente a la Gerencia Física de la CNEA, con becas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y CNEA. En la actualidad, trabaja en el mismo grupo ahora investigando más potenciales aplicaciones de aleaciones con “memoria de forma” para la construcción de distintos dispositivos ortopédicos.
“Mi trabajo involucra distintos aspectos de ciencia de materiales, así como de diseño de dispositivos usando distintas herramientas” cuenta. Además da clases en la materia “Laboratorio II” para Ingeniería Mecánica del Balseiro. En su tiempo libre, tocaguitarra y el piano y hace deportes, como salir a la montaña, esquiar, practicar kayak o ciclismo.
-¿Cuándo y por qué iniciaste la carrera de Doctorado en Ciencias de la Ingeniería en el Instituto Balseiro?
-Comencé mi Doctorado a mediados del 2018. La razón por la que decidí volver al Instituto Balseiro luego de la carrera de grado fue que siempre supe que es un lugar con lo necesario para hacer ciencia del más alto nivel, que enfocada adecuadamente puede tener un impacto directo en la sociedad que pagó toda mi carrera. De alguna forma siempre me pareció que nuestro país necesita eso y tanto el CAB como el IB son lugares desde donde pueden hacerse ese tipo de aportes. El Doctorado en sí fue solamente la excusa y la forma para ir detrás de ese objetivo. Tengo que agradecer infinitamente a mis directores porque además de haber sido fundamentales para mi formación de grado, comparten esa visión y me dieron el espacio, el apoyo y el ejemplo para trabajar de manera acorde a eso durante el doctorado.
-¿De qué se trata tu tesis?
-La motivación principal de mi tesis fue aplicar conocimiento ya existente en la División Física de Metales sobre aleaciones con memoria de forma a problemas de la medicina. Básicamente, se aprovecha que estas aleaciones permiten ejercer esfuerzos mecánicos controlados y estables de forma relativamente “fácil”. Esto es sumamente útil para distintas aplicaciones en ortopedia que requieren hacer esfuerzos correctivos sobre el cuerpo humano para tratar distintas desviaciones del crecimiento, durante la niñez y la adolescencia. Es algo similar a lo que ocurre con los conocidos “brackets” (N. de la R.: o aparatos) que se usan para ortodoncia.
-¿Entonces qué buscabas resolver?
-El principal vacío de conocimiento que había para poder implementar este concepto era la magnitud que deben tener dichos esfuerzos. Por eso mi tesis se orientó principalmente a describir matemáticamente y calcular cómo las fuerzas que generan los distintos aparatos ortopédicos influyen sobre los mecanismos biológicos asociados al crecimiento. El principal resultado que obtuve fue un modelo matemático de estos fenómenos, que pudimos utilizar para desarrollar prototipos, algunos de los cuales se probaron efectivamente en pacientes.
-O sea, ¿hiciste un modelo matemático sobre el crecimiento biológico de los huesos y lo vinculaste con los efectos de aparatos ortopédicos?
-Exactamente eso. El modelo que hice describe puntualmente el crecimiento de los huesos, y se vincula con el diseño de ortesis porque incorpora el efecto de las fuerzas que éstas hacen, para poder tener una estimación de su efectividad antes de ser usadas por pacientes que las necesitan. Aquí hay una sutileza en la terminología, todos estamos acostumbrados a escuchar hablar de prótesis, que son aparatos ortopédicos que reemplazan partes del cuerpo humano (p. ej., una prótesis de cadera). Las ortesis son aparatos que sirven de soporte o hacen fuerzas sobre el cuerpo humano, como por ejemplo una rodillera, y con este tipo de aparatos trabajamos.
-¿Podrías contar algún caso que esté incluido en tu tesis con una aplicación concreta?
- Puntualmente, trabajamos con médicos de Bariloche y pudimos probar varios prototipos de ortesis para el tratamiento de pie equino y equino varo. Básicamente, se trata de anormalidades del crecimiento que hacen que la posición del pie de la persona se altere: queda extendido y desviado “hacia adentro”. El origen de estas patologías en general está asociado a los tejidos blandos, no a los huesos, y el tratamiento usual consiste en utilizar una férula rígida que posiciona el pie adecuadamente. Para mi tesis utilizamos materiales con memoria de forma y desarrollamos férulas flexibles, que ubican el pie del paciente de acuerdo a lo prescrito por el médico, pero permiten el movimiento, lo cual llevaría aparejados menos efectos negativos sobre la marcha, la circulación sanguínea, etcétera.
-¿Y con respecto a patologías de crecimiento óseo?
-Respecto a las patologías del crecimiento óseo, evaluamos que el riesgo de implementar su uso con pacientes todavía era demasiado elevado, fundamentalmente porque el concepto de tratamiento propuesto no se había probado antes. Por eso avanzamos con el estudio ingenieril del problema. Para esto fue que generamos el modelo del que hemos hablado, y con esa información pudimos diseñar un prototipo que esperamos que, luego de algunas etapas de evaluación más, en el mediano plazo se pueda probar en pacientes.
-¿Qué significa que el material con que está hecha la pieza tenga “memoria de forma”?
-Básicamente, se trata de materiales que pueden deformarse y recuperar su forma original cuando se cambia su temperatura, por eso se dice que tienen “memoria”. Además tienen otras propiedades, en particular, el ser pseudoelásticos. Esto último quiere decir que pueden, aplicándoles una fuerza aproximadamente constante, deformarse en gran medida y recuperar su forma original una vez que se retira la misma. Esta propiedad es la que resulta más útil para fabricar dispositivos ortopédicos.
-¿Qué es lo que más te gustó de tu Doctorado?
-Me gustaron muchas cosas, pero fundamentalmente que logramos que fuera, dentro de lo específico de un Doctorado, una investigación bastante amplia. Si bien trabajé mucho con problemas computacionales y elementos finitos, entre otros temas, también tuve que hacer caracterizaciones experimentales de materiales, diseñar dispositivos que construimos usando herramientas como la impresión 3D… Y hacer un poco de corte y confección también. Lo que más satisfacción me dio sin dudas fue que pude ver algunos de esos dispositivos siendo utilizados por pacientes pediátricos, con resultados bastante promisorios.
-¿Qué balance general hacés de tu experiencia durante el Doctorado en el Balseiro?
-Fue un proceso muy positivo en la gran mayoría de los aspectos y siento que crecí muchísimo. Haber participado de la dirección de proyectos integradores de Ingeniería también me sumó mucho, porque entendí lo que significa formar recursos humanos y, salvando las distancias, aprendí estando de ambos lados del mostrador: como director y dirigido. Me tocó vivirlo con la pandemia de por medio y eso me dejó muchas enseñanzas sobre lo que representa la ciencia para nuestra sociedad y nuestras autoridades. Si bien nosotros tenemos muy claro el impacto y la importancia que tiene, sentir en carne propia que se nos impidiera acceder a los laboratorios mientras se habilitaban cualquier otro tipo de actividades fue bastante duro. Eso me mostró que no hay una comprensión clara de lo que hacemos y que el hecho de que los resultados de una investigación se ven en el largo plazo lleva a percibir la ciencia como algo “no esencial”. Sobre todo para nuestro país es imprescindible. Tenemos que hacer más para que la importancia de la ciencia y la técnica se entienda fuera del ámbito en el que nos movemos todos los días. En ese sentido hay una frase de Houssay que sigue vigente y siempre tengo presente: sin investigación científica y técnica, ningún país moderno puede sobrevivir. Se estanca y se atrasa.
-¿Realizaste estadías en otros lugares dentro del Doctorado? ¿Y qué planes tenés ahora, a partir de tu egreso del Doctorado?
-No realicé estadías en otros lugares durante el Doctorado. Mi desafío ahora es continuar con la línea de investigación que comenzamos con mi tesis y ampliarla aún más. No pierdo de vista el objetivo de producir resultados con un impacto directo en la resolución de problemas concretos de nuestra sociedad. Hay mucho trabajo por hacer en ese sentido y me gustaría hacerlo para mi país.
-¿Querés contar qué es lo que te apasiona de la ingeniería y cómo nació tu vocación?
-Creo que lo que define una pasión es que no se puede explicar con palabras, y por eso no consigo verbalizar una respuesta a la pregunta. Sí puedo decir que me cuesta más esfuerzo irme del laboratorio que levantarme para venir. Por eso mismo no sabría decir cómo nació mi vocación, aunque siento que estuvo ahí desde siempre. Influyeron en eso lo mucho que leí de chico, mis viejos y que siempre tuve acceso a herramientas, fuentes, frascos y algún que otro químico que no debería haber estado a mi alcance para jugar. Creo que la cosa empieza con una forma de curiosidad que no sé bien cómo se genera, pero que lo lleva a uno a probar cosas “a ver qué pasa”. De las que recuerdo, creo que la que primero me surge es usar la olla a presión de mi mamá de caldera para mover algún motorcito “ad hoc”. Creo que tengo más recuerdos de ese tipo que espacio para contarlos.
-¿Qué consejo te darías a vos mismo si pudieras hablar con tu versión del inicio de la carrera?
-Lo principal que aprendí es que el tiempo pasa rápidamente y no hay que desperdiciarlo, sobre todo porque seguir teniéndolo para ejecutar planes pensados y repensados no está de ninguna manera garantizado. Hay cosas que requieren su maduración, pero la gran mayoría requiere ponerse en movimiento, probar, fallar y seguir adelante. Darse cuenta de que algo es una mala idea y descartarlo a tiempo es una de las mejores cosas que pueden pasar.
-¿Nos podrías decir en pocas palabra qué valorás más de tu paso por el IB?
-En el IB hay una atmósfera especial, donde parece que todo es posible trabajando bien. El límite lo ponemos nosotros.
*Papers vinculados con el Doctorado;
https://www.nature.com/articles/s41598-023-29254-z
https://link.springer.com/article/10.1007/s10237-022-01608-y
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1751616121005774?via%3Dihub
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0021929020303286?via%3Dihub
*Más entrevistas de la Serie:
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Por Laura García Oviedo
Crédito foto: Ramiro Sáenz Valenzuela
Área de Comunicación Institucional y Prensa (ACIyP)
Instituto Balseiro, San Carlos de Bariloche,15/12/2023
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Cuatro estudiantes de escuelas secundarias, ganadores del “Premio CAB-IB para la Próxima Generación de Investigadores 2023”, hicieron uso de su galardón y visitaron el Instituto Balseiro entre los días 21 y 24 de noviembre para conocer investigadores, laboratorios e interiorizarse en los avances científicos-tecnológicos.
Fecha de publicación: 12/11/2023
Los grandes equipos de fútbol realizan importantes esfuerzos en “scouting”, esto es, en buscar a sus futuros jugadores. Con el mismo objetivo, el Balseiro participó en la Feria Nacional de Educación, Artes, Ciencias y Tecnología 2023 buscando estudiantes secundarios que estén interesados en la ciencia y la tecnología. Una forma de cultivar el futuro estratégicamente, de que sus vestigios sean más certeros.
Fue así que dos estudiantes de la ciudad cordobesa de Río Cuarto y dos estudiantes de una escuela rural de Salta fueron elegidos ganadores del ”Premio CAB IB Próxima Generación de Investigadores 2023”. Como galardón, visitaron las instalaciones y laboratorios del Centro Atómico Bariloche (CAB) y del Instituto Balseiro (IB). El Balseiro también realizó otras actividades en la citada feria con el mismo fin: despertar vocaciones e invitar a estudiar carreras de física e ingeniería.
En Bariloche
Uno de los equipos que visitó el CAB IB estuvo compuesto por los estudiantes cordobeses Mauricio Leonel Molina y Santiago Joaquín Peralta, del proyecto “Smart Silobag agro 365”, acompañados por su director, Jorge Tomé Seif . El segundo equipo estuvo integrado por los estudiantes salteños Melitón Nabil Mamani y André Félix Mamani, del proyecto “Autoinvernaderos Tuc-Tuca Pir” , acompañados por su profesor Juan Pedro Vega Cruz.
La visita se extendió entre los días 21 y 24 de noviembre. Durante ese tiempo, los estudiantes dialogaron con docentes e investigadores y visitaron la joya del lugar: el reactor nuclear escuela RA-6. También tuvieron tiempo de hacer prácticas en los laboratorios de nanociencia y nanotecnología y en el taller de electromecánica del Edificio de Laboratorios de Ingeniería del IB, edificio donde cumplen con sus prácticas los propios estudiantes del Instituto. En este último, realizaron, entre otras actividades, soldaduras e impresiones en 3D. Además, las autoridades del Balseiro mantuvieron charlas con ambos equipos.
“Una semana no alcanza para visitar todo, la cantidad de áreas supertecnificadas que tienen. Es un orgullo estar acá y ojalá se nos de ingresar en el futuro”, afirmó Mauricio Molina, uno de los estudiantes de Río Cuarto.
Proyectos Ganadores
¿De qué se trataron los proyectos por los cuales recibieron el Premio CAB IB ambos equipos? En el caso del proyecto “Smart Silobag agro 365”, que recibió el primer premio y que fue desarrollado en la escuela I.P.E.T Nro. 50 de San Francisco, Córdoba, consistió en el desarrollo de un dispositivo y una aplicación. El sistema realiza monitoreo de silobolsas para controlar por ejemplo valores de humedad y temperatura de los granos almacenados y tiene alarmas antivandálicas.
La mención de honor fue para el proyecto “Autoinvernaderos Tuc-Tuca Pir”, desarrollado en el Colegio Secundario Rural Nro. 5240 de la Sede Rural San Francisco de Tuc-Tuca, Salta, ubicada a 5.500 metros de altura en la cordillera de los Andes.
“Somos de un secundario rural mediado por TICs. Somos de la sede San Francisco de Tuc Tuca y ahí estudiamos de forma virtual. En el proyecto automatizamos un invernadero. Hicimos la programación y utilizamos sensores para medir la humedad de la tierra y lo pusimos en marcha”, explicó el salteño Nabil Mamani.
La elección se hizo en el marco de la Feria Nacional de Educación, Artes, Ciencias y Tecnologías realizada en Tecnópolis, Buenos Aires del 25 al 27 de septiembre de 2023. “El Instituto Balseiro participa de la Feria con este Premio desde el año 2010. Para ello vamos con un equipo de evaluadores, la mayoría profesores del IB, quienes nos repartimos los proyectos a visitar para dialogar con los estudiantes expositores”, contó Patricia Mateos, secretaria de Extensión y Cultura Científica del Balseiro.
“Luego de una primera ronda consensuamos volver a visitar aquellos stands que nos hayan impactado por algún motivo. Puede ser por la creatividad, la innovación de algún producto o servicio, la resolución tecnológica de alguna problemática y sobre todo que podamos observar la participación activa de las y los estudiantes en el desarrollo”, agregó Mateos. Y destacó que se observa la voluntad de superar dificultades y encontrar resultados alentadores, “cualidades que reflejan la resiliencia que se requiere cuando se investiga en ciencia o tecnología”.
La visita de ambos equipos premiados en la citada Feria cierra la edición 2023 del concurso “CAB IB para la Próxima Generación de Investigadores”, que en sus diferentes años siempre ha tenido como objetivo incentivar a estudiantes de escuelas secundarias a estudiar en el Instituto Balseiro. Un semillero para el futuro de la ciencia argentina.
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Crédito foto: Prensa IB
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