El Dr. Francisco de la Cruz, profesor honorario del Instituto Balseiro, fue nombrado “Académico de Número” de la Academia Nacional de Ciencias. En la misma organización han sido miembros científicos como José Antonio Balseiro, Luis Federico Leloir y Charles Darwin. Para de la Cruz, este reconocimiento se suma a rica sumatoria de premios a nivel internacional por su trabajo en el campo de la física de bajas temperaturas.
Fecha de publicación: 01/03/2017
El egresado y profesor honorario del Instituto Balseiro Francisco de la Cruz recibió un mensaje de la Academia Nacional de Ciencias hace pocos días, en el que le informaban que había sido designado “Académico de Número”. Aunque es miembro de la misma academia desde 1988, la noticia lo tomó por sorpresa. Sólo entre 20 y 40 miembros académicos de la misma reciben ese nombramiento administrativo, que se traduce como un reconocimiento a sus trayectorias científicas.
“Si bien todo trabajo requiere esfuerzo y conlleva tropiezos y éxitos, nunca imaginé que en mi caso me daría las satisfacciones que he recibido”, escribió en su respuesta a la Academia Nacional de Ciencias el físico de la Cruz, que es egresado de la cuarta promoción de Licenciados en Física del Instituto Balseiro y profesor honorario de esta institución universitaria dependiente de la Comisión Nacional de Energía Atómica y la Universidad Nacional de Cuyo.
“No puedo dejar de mencionar que mi trabajo jamás podría haber sido hecho de no haber contado con la participación de un número de personas e instituciones”, destacó de la Cruz, que desarrolló gran parte de su trabajo científico en el laboratorio de Bajas Temperaturas del Centro Atómico Bariloche, donde estudió el tema de la superconductividad. Remarcó el rol de los jóvenes estudiantes como fuente de inspiración y motor de la puesta en marcha de la tarea realizada. Y también valoró el apoyo de los técnicos y del personal de administración y maestranza
“Deseo mencionar a dos personas y una institución que fueron base de un conjunto de realizaciones que contribuyeron a que nuestro país goce de respeto y reconocimiento en el área de la investigación y desarrollo”, escribió de la Cruz en el correo electrónico que envió a las autoridades de la Academia Nacional de Ciencias. “Enrique Gaviola, José Antonio Balseiro y la CNEA imaginaron una institución de carácter original a nivel internacional. Institución dedicada a la formación de jóvenes estudiantes, integrada en un ambiente de desarrollo de tecnología y generación de conocimiento con impacto internacional”, agregó en referencia al Instituto Balseiro.
Concluyó su mensaje con un agradecimiento a la Academia Nacional de Ciencias, y con el deseo de que los proyectos de esta academia “sigan contribuyendo a la consolidación de un país en donde la generación de conocimiento y su aplicación sea herramienta fundamental para el bienestar y paz social”.
La Academia Nacional de Ciencias fue creada en 1869 por el Presidente Domingo Faustino Sarmiento. Sus tareas son contribuir al desarrollo, el progreso y la divulgación de las ciencias; estimular el estudio del país en todos los aspectos de las ciencias; hacer conocer el resultado de investigaciones y estudios por medio de publicaciones y conferencias; y servir de Consejo Consultivo al Gobierno de la Nación, o a gobiernos de provincias y a instituciones científicas oficiales, en caso que ellos lo requieran.
La Academia está integrada por sus Miembros, los cuales son elegidos conforme su Estatuto, entre los científicos que se han destacado por sus contribuciones al avance de la ciencias. “Serán de Número, los elegidos entre los Académicos residentes en Argentina, teniendo en cuenta: haber contribuido de manera significativa en el quehacer de la Academia”, comunica la Academia en la carta que su Presidente, Dr. Juan A. Tirao, y su Académica Secretaria, Dra. Beatriz Caputo, enviaron este mes a de la Cruz.
En la citada carta también enumeran los requisitos para ser elegido Académico de Número, que son los siguientes: tener menos de 80 años de edad; pertenecer a una especialidad científica que a juicio de la Comisión Directiva sea importante tener en cuenta para mantener un equilibrio adecuado en la representación de las especialidades que cultiva la Academia; y su antigüedad COM Académico.
“Es para la Academia Nacional de Ciencias un verdadero honor contar con un científico de su calidad humana y enorme prestigio, tanto nacional como internacional entre los Académicos de Número”, expresaron los dres. Tirao y Caputo. Y concluyeron: “Tenemos la plena convicción de que usted continuará aportando sus valiosos conocimientos como lo ha venido haciendo hasta ahora, para lograr el engrandecimiento de nuestra institución”.
BREVE BIOGRAFÍA
Francisco de la Cruz realizó grandes aportes en el campo de la física de vórtices, incluyendo la primera demostración termodinámica de la fusión de la red de vórtices, la aplicación novedosa de técnicas de imágenes de vórtices a numerosos problemas relevantes de la física de vórtices, y el desarrollo y aplicación de técnicas magnéticas originales para estudiar transiciones de fase en materia de vórtices.
Francisco de la Cruz nació en Barcelona, España, en 1938 y emigró a la Argentina en su juventud. Se Licenció y Doctoró en Física en el Instituto Balseiro, en los años 1961 y 1968 respectivamente. Después de tres años de estudios postdoctorales en Brown University de Estados Unidos, regresó a Bariloche donde dedicó sus mayores esfuerzos al Laboratorio de Bajas Temperaturas que había iniciado John C. Wheatley en 1961.
Exceptuando estadías como profesor visitante en Stuttgart, Alemania; Grenoble, Francia; Trieste, Italia; y Barcelona, España, ha estado siempre en Bariloche como Director del Laboratorio de Bajas Temperaturas y como Profesor del Instituto Balseiro, donde ha colaborado en la formación de jóvenes investigadores. Ha sido Director de 23 tesis doctorales y más de 30 de maestría.
Sus trabajos se han centrado en la física de la materia condensada, particularmente en la fenomenología de los Superconductores de Alta Temperatura, contribuyendo a determinar bajo qué condiciones estos materiales pueden conducir electricidad sin pérdida de energía. La importancia de estos trabajos se ha visto reflejada en publicaciones ampliamente citadas en la literatura especializada en estos temas. Publicó más de 150 trabajos en revistas internacionales. Dictó 40 Conferencias Invitadas en Foros Internacionales.
Ha colaborado con grupos de Argentina, Latinoamérica, Norteamérica, Europa e Israel. Fue distinguido con el Premio Isnardi, Academia Nacional de Ciencias; Chevalier des Palmes Academic, Francia; Premio Gans, UNLP; Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Bariloche; Premio Konex y Konex de Platino; Premio Bunge y Born; Fellow American Phyiscal Society; Fellow Institute of Physics; Premio Houssay a la Trayectoria; y Abrikosov Prize in Vortex Physics, entre otros. Ha sido designado Miembro de las Academias Nacionales de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, y de la de Ciencias, de Argentina; y Foreign Member of the National Academy of Sciences de EEUU. Ha contribuido además continuamente al fortalecimiento de la ciencia argentina a través de su gestión en la CNEA, el CONICET y una gran diversidad de instituciones académicas del país.
Fuentes:
*Premio Abrikosov 2013 para Francisco de la Cruz:
*Biografía en PNAS journal (en inglés):
http://www.pnas.org/content/102/11/3895.full
*Semblanza por Santiago Grigera:
http://aargentinapciencias.org/images/stories/R-tomo1-1/resenas1-1-web.pdf
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San Carlos de Bariloche, 01/03/2017
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