Durante todo el mes de febrero, se desarrolló la edición 2019 del programa Becas de Verano del Instituto Balseiro. Estudiantes y graduados de todo el país y del exterior participaron en este programa que se realiza todos los años en este instituto dependiente de la CNEA y la UNCUYO. En esta nota, algunos participantes cuentan sus experiencias.

Fecha de publicación: 12/03/2019

Los participantes del programa “Becas de Verano” de 2019 del Instituto Balseiro tuvieron un amplio abanico de propuestas de distintas temáticas o proyectos de Investigación y Desarrollo (I+D). Así, durante un mes se integraron a los laboratorios y equipos de las distintas áreas del Centro Atómico Bariloche.

La organización está a cargo del Instituto Balseiro, dependiente de la CNEA y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), y las becas son financiadas por la CNEA. El objetivo principal de este programa es que los participantes se familiaricen con técnicas experimentales en Física e Ingeniería y puedan conocer nuevos ambientes de trabajo.

Cada año se inscriben en el programa alrededor de 150 jóvenes estudiantes de ciencias e ingenierías o carreras afines. “La selección de los becarios se realiza en base a sus antecedentes académicos y a sus méritos en general. Las becas cubren los gastos de alojamiento, un per diem y el transporte terrestre dentro de Argentina”, explicó Javier Curiale, uno de los coordinadores del programa.

La edición 2019 se desarrolló del 4 de febrero al 1 de marzo del corriente año. Fueron seleccionados, 14 jóvenes argentinos y 1 proveniente de Perú. Sus carreras de origen son muy variadas: Licenciatura en Física y diversas carreras de Ingeniería: Ing. Química, Ing. Electrónica, Ing. Mecatrónica, Ing. Industrial, Ing. Electromecánica, Ing. Biomédica, Ing. Bioingeniería e Ing. en Alimentos. 

Durante los dos primeros días los becarios visitaron los laboratorios y se les presentaron las distintas propuestas de I+D. Luego, cada participante optó por una de esas propuestas, y trabajó en cada proyecto a lo largo del mes, guiado por un investigador responsable de la misma. La pasantía concluyó con la entrega de un informe y la presentación de un póster en el que se detallaron los resultados obtenidos.

Balance en primera persona

Guadalupe Murga tiene 22 años y está terminando la carrera de Ingeniería en Biomédica en la Universidad Nacional de Tucumán. Murga fue seleccionada para las Becas de Verano en el Instituto Balseiro e hizo su investigación en el laboratorio de Bioenergía junto a Belén Prado y Mariela Lescano, colaboradoras y directoras. La joven desarrolló su proyecto en el área de la electroquímica, estudiando bacterias para poder utilizarlas para limpieza de fluentes. “El objetivo es utilizar las bacterias que se encuentran en un sedimento del Rio Reconquista para poder limpiarlo”, detalló.

 

Sobre las Becas de Verano del Balseiro, Murga expresó: “son una oportunidad única para cualquier chico que esté interesado en investigación, en desarrollo. Nos dan la posibilidad de conocer lo que es la ciencia de cerca, hay gente muy grosa trabajando acá que te puede ayudar en tu futuro a conocer que es lo que te gusta”. La joven destaca las amistades que se lleva de su estadía en el Balseiro, y el excelente trabajo de los coordinadores. Para cerrar su balance, agregó: “Creo que en mi futuro me ayuda enormemente para saber si esto es lo que me gusta, si quiero seguir por este camino. Es una oportunidad también de probarse uno mismo”.

 

 

German Chiarelli tiene 25 años y recientemente egresó de la Licenciatura en Física en la Universidad Nacional de Buenos Aires. El joven licenciado fue seleccionado para participar en la edición 2019 de las Becas de Verano.Tan pronto se presentaron las propuestas, Chiarelli se unió al grupo de Detección de Partículas y Radiación bajo la dirección de Xavier Bertou. La propuesta era armar un detector de partículas de muones. Le inte resó el proyecto porque implicaba la interacción directa con el dispositivo, era llevar la teoría a la práctica.

 

El joven licenciado también hizo un balance del programa de Becas, y refiriéndose a la experiencia, expresó: “Me sorprendió bastante, la encontré mucho más entretenida de lo que  esperaba. Es muy interesante porque compartís el tiempo con alrededor de 15 personas de áreas muy diferentes. Me llevo una buena impresión del grupo, me sentí parte desde el primer momento. Me encantó la experiencia, la recomiendo al que sea”.

 

 

 

El tercer y ultimo becario en contar su experiencia fue Federico Lopez. Tiene 24 años y se recibió de Licenciado en Química en la Universidad Nacional de Catamarca. Como propuesta para las Becas de Verano, López eligió trabajar con capturadores de dióxido de carbono

“A medida que transcurre el tiempo, estos materiales pierden capacidad de captura de dióxido de carbono entonces analizamos los posibles responsables de ese fenómeno”, explicó el joven que trabajó con Laura Grasso y Fabiana Gennari en el edificio de Ciencias de Materiales del CAB. Para concluir su balance, López agregó: “De la experiencia en las Becas de Verano, me llevo los amigos que hice y los conocimientos y técnicas nuevas. Me llevo todo lo que aprendí”.

Para más información acerca del programa de Becas de Verano se puede ingresar a la página de web del Instituto Balseiro (http://www.ib.edu.ar) y buscar “Becas de Verano”. Las convocatorias se realizan en el mes de octubre de cada año y la estadía es en febrero del año siguiente.

*En esta lista de reproducción de YouTube, los tres becarios citados en esta nota cuentan sobre sus experiencias en el Programa “Becas de Verano” del Instituto Balseiro 2019: https://www.youtube.com/watch?v=ALhI898TfY8&list=PLb6_mxN-ZWQmtX1uzOHUlP3IfuDvEflTz

 

Área de Comunicación Institucional del

Instituto Balseiro.

San Carlos de Bariloche, 12/03/2019

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